12 de mayo de 2020

El camino despejado en Square Enix

Ahora que nos aproximamos a un relevo generacional, una de las compañías más importantes para el género RPG como Square Enix se presenta al mismo con un aspecto muy diferente al que había tenido en anteriores procesos de cambio. Si volvemos la vista atrás, en particular con la saga Final Fantasy siempre habíamos tenido una especie de "declaración de intenciones" al poco de lanzarse cada nuevo sistema que acabaría siendo importante en la generación de consolas. 

Final Fantasy IV fue lanzado sólo un año más tarde de la llegada de Super Famicom/Super Nintendo, revolucionando la franquicia para tomar un tono más "teatral", centrado en sus personajes y en la gran historia en lugar de ofrecer un grupo libre con reducida personalidad; PlayStation tuvo un debut a un precio prohibitivo y no fue hasta el año 1996 cuando por fin empezó a ser considerada como un sistema accesible, por lo que sólo un año más tarde recibió un título como Final Fantasy VII que necesita poca presentación. De igual forma, Final Fantasy X fue lanzado sólo un año posterior al debut de PlayStation 2, consolidándose como uno de los que ayudaron a que la consola multiplicase sus ventas.

Al fin y al cabo, es una oportunidad de oro lanzar un juego importante que acompañe esos primeros años de vida de un sistema, ya que logras atraer a casi todo el público del mismo -no hay tanta competencia- y también fortalece la imagen de la franquicia, que tendrá tiempo suficiente a lo largo de la generación para lanzar potenciales nuevas entregas con un público que probablemente tuvo tu juego como uno de los primeros que adquirió para la consola o que lo pudo comprar a un precio reducido si entraron un poco más tarde en la generación.
Pero, con la saga Final Fantasy y Square Enix, todo lo que pasó a partir de ahí ya lo hemos documentado varias veces: Xbox 360 fue lanzada en el 2005 y PlayStation 3 debutó entre los años 2006 y 2007, pero Final Fantasy XIII no estuvo disponible hasta el 2009, lastrado por una Square Enix incapaz de trabajar correctamente con un nuevo motor gráfico propio y un sistema que no conocían. Ahí también empezamos a conocer a la compañía que siempre tenía ese proceso en la lejanía, con un desarrollo eterno. Final Fantasy Versus XIII fue presentado en el 2006 y no fue lanzado hasta la siguiente generación ya avanzada, hasta con el número cambiado: PlayStation 4 debutó entre el 2013 y el 2014, pero Final Fantasy XV nos llegó en el 2016, de nuevo lastrado por un desarrollo infernal que se llevó por delante a su director. Y, bueno, lo de Final Fantasy VII Remake anunciado en el 2015 y llegándonos este 2020 ya es algo que todos sabemos.

Pero esta situación ha sido prácticamente análoga en el resto de títulos importantes de Square Enix. Sus tres principales franquicias han quedado lejos de contar con desarrollos estables que puedan acompañar a ese primer o segundo año de una consola. Desde el lanzamiento de su noveno título entre los años 2009 y 2010, Dragon Quest tuvo un resultado rentable con una décima entrega originalmente exclusiva de Wii (2012, un sistema con 6 años de vida y sucesora anunciada) y que se ha quedado como un exclusivo de Japón, porque por salir ha acabado saliendo hasta en móviles. Desde entonces los jugadores japoneses tuvieron que esperar cinco años para el gran Dragon Quest XI y, en nuestro caso, habían pasado ocho años desde que recibimos el último Dragon Quest numerado que no era un port/remake.

El caso de Kingdom Hearts no fue mucho mejor, con una tercera entrega que se anunció en el 2013 y no recibimos hasta el pasado 2019, en un absurdo embudo donde Tetsuya Nomura debía encargarse de Final Fantasy Versus XIII/XV y este proyecto al mismo tiempo. Pero es que la situación se volvió a repetir, con un Nomura como co-director de Final Fantasy VII Remake, casi planteando que fuese imposible que un juego importante de la compañía no le tuviese a él o Yuji Horii involucrado. Si nos paramos a pensarlo, esta situación de realizar un gran lanzamiento y tener un nuevo proyecto faraónico a vista de todo el público lleva repitiéndose durante quince años, por lo menos. Era casi como si necesitasen esa presión extra de que se supiese en lo que estaban involucrados, a pesar de que en muchos casos ni siquiera había un equipo formado trabajando en ello.

Pero ahora todo ha cambiado. La nueva Square Enix del periodo Reiwa no solo es más compacta, también, por primera vez en quince años, no tiene un título de desarrollo eterno anunciado. Desde hace tiempo se pensó que Motomu Toriyama, director de la trilogía Final Fantasy XIII, podía haber sido encargado del desarrollo de Final Fantasy XVI, pero su reaparición como co-director de Final Fantasy VII Remake deja en duda esa posibilidad. Seguramente haya un equipo ya formado para trabajar en esa hipotética decimosexta entrega, pero han sido lo suficientemente listos para no hacer el ridículo de anunciarlo a bombo y platillo con un vídeo cuando todavía ni se ha empezado a pensar en qué motor usar. No hay un desarrollo infernal y eterno si no lo hacen público. O quizás de verdad han aprendido y ya no van a seguir concibiendo grandes títulos AAA con un ritmo de trabajo que les lleve más de cuatro años acabar el proyecto.

Ahora mismo, sólo Final Fantasy VII Remake: Capítulo 2 aparece en el horizonte y ahí al menos pueden reciclar el modelado de los personajes (no así del mundo, porque los entornos de las nuevas localizaciones distarán mucho de Midgard), por lo que se espera que su desarrollo no sea excesivamente largo. En el caso de Kingdom Hearts sabemos que el camino esbozado apunta a varios juegos menores, por lo que salvo que esa potencial mezcla con The World Ends With You fuese posible, no parece que vayamos a escuchar algo de Kingdom Hearts IV a corto plazo. Y, bueno, de Dragon Quest podemos confirmar que Yuji Horii siempre pide esperar a conocer cuál es la consola que triunfa en la generación antes de trabajar en un nuevo juego, ya que es un hombre veterano, cauto y muy zorro para no lanzar juegos donde no toca.

Es decir, que tienen un camino absolutamente despejado de un gran proyecto en el horizonte. De hecho, en la Square Enix japonesa sólo están anunciados los dos juegos de NieR (el remake/remaster y el de móviles) y Babylon's Fall con PlatinumGames, que desde luego no tendrán el gran peso del AAA y lo que supone lanzar un nuevo Final Fantasy, Kingdom Hearts o Dragon Quest. Es más, de todo lo que tiene anunciado incluyendo estudios externos, nada pasada del 2020, y sólo sabemos que Deck Nine está trabajando en algo desde el 2018 que podría estar relacionado con Life is Strange... o no, pero conociendo al estudio no sería raro que sea anunciado en las próximas semanas, en esta especie de "múltiples mini-E3 digitales" que se van a celebrar desde diferentes ámbitos.

Porque, además, Square Enix ha logrado recuperar el caché y el rendimiento económico en sus tres principales sagas, pero también ha ganado interesantes nuevos proyectos para la causa. Bravely Default y Octopath Travelers han elevado a Asano como el director capaz de recuperar un estilo clásico de combate por turnos y actualizarlo a los tiempos modernos, así que está por ver qué tal funciona Bravely Default II. Yoko Taro se ha elevado al Olimpo de creativos con un grupo devoto de fans gracias al éxito de NieR Automata y ahora toca "recuperar" el cierto caos técnico que fue el primer juego de la saga con NieR Replicant. La franquicia Mana ha logrado encandilar al público con sus últimos remakes, por lo que se podría plantear la posibilidad de seguir ese camino jugable y técnico con un nuevo juego completamente original, de una saga cuyo último capítulo data del 2014 con Rise of Mana. Y está ese proyecto que se dice que lidera Naoki Yoshida y que está separado de Final Fantasy XIV...

Igualmente, también se pueden paralizar otros intentos de "resurrección" que no han salido como se esperaban, como podrían ser los SaGa tras Scarlet Grace, Star Ocean y su pobre Integrity and FaithlessFront Mission con Left Alive, Tokyo RPG Factory tras el enésimo "meh" con Oninaki... De hecho, si nos paramos a pensarlo, buena parte de lo que está funcionando en la Square Enix actual consiste en recuperar lo que hizo la antigua Square o Enix, con remakes y revisiones de títulos que ya fueron un éxito o que necesitan revisarse por otras razones, como sería NieR. Esto podría plantear un curioso futuro donde, más que secuelas, podríamos ver remakes actualizados de esa gigantesca librería de clasicazos del género que tienen. Es decir, todavía poseen una carta tan potente como la posibilidad de un Chrono Trigger actualizado, recuperar Final Fantasy VI, el sueño húmedo de Drive y acordarse de que hicieron hace años esa locura que fue Live a Live, llamar de nuevo a Yasumi Matsuno y traer a Vagrant Story o Final Fantasy Tactics de vuelta... 

Tienen, pues, un lienzo en blanco (con la posibilidad de volver a dibujar algunas de sus obras de mayor éxito) en el que trabajar para acompañar al lanzamiento de las nuevas consolas, algo que parecía ajeno a una compañía que llevaba años y años atascada en unos proyectos que, cuando por fin se finalizaban, sólo servían para despejar el camino de los siguientes acumulados. La nueva Square Enix parece haber limpiado la mesa justo a tiempo para comenzar con buen pie este nuevo periodo, ¿como creéis que deberían afrontar esta situación que parece casi una novedad tras tantos años?

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. En general está todo muy parado con el cambio generacional. En parte, da bastante miedo lo que se pueden alargar los tiempos de desarrollo en la próxima generación. Hay que tener en cuenta que en PS4 no hemos tenido ni un GTA ni un Elder Scrolls, lo cual ya es preocupante realmente. Veremos qué nos depara Square Enix. Yo la verdad es que no quiero más remakes (ni siquiera de Live a Live).

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  2. "...la posibilidad de un Chrono Trigger actualizado, recuperar Final Fantasy VI[...]llamar de nuevo a Yasumi Matsuno y traer a Vagrant Story o Final Fantasy Tactics de vuelta... "

    Por favor, no le hagan daño a mi corazón con horizontes esquivos

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  3. No me había dado cuenta pero es mejor un SQUARENIX en completo silencio, quizás aprendieron a no hacer ruido antes de tiempo, además esa cercanía de yasumi matsuno con la compañía me gusta mucho.

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  4. Terranigma Remake, tan imposible que podría venir acompañado de infarto si pasara.

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