[Análisis] Leyendas Pokémon: Z-A

Pokémon es una saga que no necesita presentación, puesto que lleva más de dos décadas con nosotros y, en ese tiempo, se ha convertido en una de las franquicias más importantes del mundo. Esta serie se ha ido expandiendo a diferentes estilos, pero parecía tener dudas sobre cómo probar otras cosas dentro de su fórmula original. La prueba más clara fue que el camino de tramas algo más atrevidas dentro de la fórmula básica fue perdido con Pokémon Stadium Battle Revolution y, por tanto, todo espacio de evolución o experimentación se tenía que hacer en la serie principal, algo demasiado arriesgado para ser excesivamente atrevidos.

Todo cambió con Leyendas Pokémon: Arceus: el título de Switch lanzado hace tres años fue un Pokémon clásico pero con interesantes cambios de dinámicas, ofreciendo amplios entornos abiertos, pokémon visibles en el mapeado (de forma mucho más libre que Let's Go Pikachu/Eevee), la captura como método de desarrollo, cambios en las dinámicas de combate... El juego funcionó tan bien que se decidió expandir la idea de entornos abiertos a la saga principal con Pokémon Escarlata/Púrpura, así que había mucho interés por cómo seguían experimentando dentro de su fórmula con el segundo título de esta serie de spin-offs: Leyendas Pokémon Z-A, publicado hace unas semanas para Nintendo Switch y Switch 2. ¿Aporta otra interesante rama de experimentación que anticipe nuevos cambios para la serie principal o resulta una entrega algo más irregular? Vamos a analizarlo.

El juego nos devuelve al mundo de la sexta generación, concretamente a Ciudad Luminalia, en Kalos, pero cinco años después de los acontecimientos de Pokémon X/Y. En dicha ciudad hay un nuevo plan urbanístico que pretende revitalizarla gracias a la convivencia con los pokémon, creando zonas en la donde podrán habitar estar criaturas libremente. Además, con el objetivo de atraer a entrenadores a la ciudad, han creado los Juegos ZA, una especie de competición Pokémon callejera. Bajo esta premisa llegará nuestro protagonista a la ciudad, como turista que tiene interés por la misma, aunque no tardará en ser reclutado en uno de los equipos que participa en los juegos. 

A partir de aquí, nuestro objetivo será ir subiendo de rango hasta llegar a la cima, lo cuál nos permite pedir algún tipo de deseo (con limitaciones, claro), que podremos usar para mejorar la ciudad a nuestro gusto. La historia del título hace referencias a los eventos que sucedieron en X/Y, pero no es imprescindible conocerla para poder disfrutarla, ya que se nos ofrece la información necesaria para comprender todo lo que ocurre. Además, también servirá para dar algo más de cierre a ciertos aspectos en los que no se profundizó demasiado en esos títulos en su día, lo cual siempre tiene un toque interesante. Dista de ser una trama muy profunda, pero está más elaborada que de costumbre, especialmente en el trabajo que hace con sus personajes: tanto los compañeros del protagonista como diversos rivales o secundarios que nos encontraremos, mostrarán interesantes personalidades y evolución a lo largo del título, en un cambio notable con respecto a la tendencia habitual de la saga.

Este será el aspecto más llamativo de una trama que, en sí, tampoco es que diera para mucho más, sobre todo porque como jugadores estaremos limitados a los entornos de Ciudad Luminalia, que aunque tiene un respetable tamaño también supone uno de los entornos más reducidos en los que se juega a un título de la serie en el que hay un sistema de captura. Y es ahí quizás donde el juego se queda más corto: centrarse en una única ciudad debería servir para mostrar mucho más el trasiego y los diferentes puntos de vista en una urbe tan grande. Reflejar el día a día de sus ciudadanos, la convivencia con los nuevos entornos para pokémon salvajes, la gestión de sus diferentes negocios y oficinas... 

Pero, al final, el juego se queda en el mismo nivel que cualquier otro título de la serie: NPCs simplones parados por ahí o con algún movimiento simple diciendo la frase de turno y nada más, tiendas reducidas a menús, espacios asignados para combatir contra pokémon salvajes o entrenadores sin ningún tipo de lógica... Este título podría haber aprovechado para desarrollar un concepto de personalidad de sus entornos y habitantes que prácticamente sólo fue ligeramente explorado en las ediciones Sol/Luna, pero al final lo que nos queda es que, al menos, es mucho más sólido en sus historias personales, manteniéndose en el camino abierto en las ediciones Escarlata/Púrpura.


Al desarrollarse completamente dentro de los entornos de ciudad Luminalia, este título destaca por la exploración y modificación de sus entornos, añadiendo exploración vertical para subir por edificios o usando las leyes de modificación de la ciudad para poder abrir nuevas zonas y avanzar en el título. En ese sentido nuestro objetivo se centra en un sistema de misiones centradas en avanzar nuestro rango dentro de los Juegos ZA, con varias tareas secundarias basadas en la captura o combates opcionales. Quizás hubiera sido interesante explorar otros aspectos de desarrollo urbanístico, muchos recordamos opciones como las que que se permitían en Pokémon Edición Blanca/Negra 2, pero al final todo gravita constantemente en los dos aspectos básicos de la saga.

Así pues, tendremos que visitar las Zonas de Batalla, áreas que solo se abren de noche, y derrotar a los diferentes entrenadores a los que nos enfrentemos para obtener puntos y escalar en nuestro rango. El sistema también incluye varias tareas secundarias que permiten elevar un poco más la ganancia y, una vez obtenemos los puntos requeridos, se nos presentará la batalla final para el ascenso de rango, que es bastante parecido al concepto de Líderes de Gimnasio clásico. Es decir, que el título no arriesga demasiado en su tónica general, solo modifica un poco la fórmula para acabar en una filosofía bastante parecida a la que ya conocemos.


Fuera de las Zonas de Batalla, el Z-A nos introduce las llamadas "Zonas Salvajes", que son entornos designados para que los pokémon sean libres en sus entornos... y podamos ir allí para capturarlos cuando nos parezca. Esas áreas y los tejados de algunos edificios serán las zonas abiertas para captura, aumentando su número y variedad conforme avancemos en la trama principal y el plan de desarrollo urbanístico dual se siga desarrollando, lo que incita a volver a explorar diferentes partes tras avanzar de rango para ver qué nuevas criaturas localizamos. En muchas de ellas encontraremos diversos objetos ocultos, premiando nuestra capacidad para desplazarnos y explorar adecuadamente cada parte de la ciudad.

En ese aspecto el título sigue la estela del anterior Leyendas: nuestro personaje podrá moverse por los entornos corriendo o en sigilo y lanzar pokéballs para capturar a los pokémon sin necesidad de combatir, tomando valores como el tipo de bola, la especie o que realmente hayamos sorprendido a la captura para incrementar nuestras posibilidades. Si ese intento fracasa, siempre nos quedará la opción clásica de combate para debilitarlo y ahí capturar, aunque en ese caso sólo tendremos un único intento. Del juego anterior también se incluye la posibilidad de que los pokémon dañen y debiliten al propio entrenador mientras se desplaza por el mapeado y la presencia de pokémon dominantes, mucho más feroces y agresivos, pero con mejores características base si logramos capturarlos.


Pero en donde este título es completamente experimental es en su sistema de combate: los turnos fijos dejan paso a la acción y combates casi en tiempo real, modificando por completo los movimientos clásicos para otorgarles tiempo de enfriamiento, áreas de efecto, alcance... aunque también es cierto que la información completa de cada uno no está al alcance del jugador, que tendrá que basarse en el ensayo y error para calibrar adecuadamente las capacidades de cada movimiento. En este sentido, nuestro pokémon se moverá junto a nuestro entrenador conforme nos desplazamos por el campo de batalla y sólo cambiará ese comportamiento cuando le asignemos una orden, en cuyo caso realizará el movimiento indicado.

Este sistema permite esquivar muchos ataques sólo recurriendo a nuestra movilidad, sustituyendo al sistema de puntería, aunque también existirán movimientos que siempre acierten sobre el oponente o que dejen un área de efecto en una zona durante un tiempo, por lo que no siempre será posible evitar todo el daño. El resto de elementos del juego clásico están presentes: llevaremos un equipo de seis pokémon entre los que podremos cambiar en mitad del combate -normalmente eso da tiempo al oponente a preparar un golpe y acertar sobre el pokémon que entre, manteniendo la presión- y podremos usar consumibles en mitad de la batalla para reforzar o curar a nuestras criaturas. Eso sí, también con un sistema de enfriamiento para evitar abusos. De hecho, incluso algún combate restringirá su uso.

Otro cambio significativo es la ausencia de habilidades en cada pokémon, que modifica enormemente las capacidades de muchas criaturas y lo que podemos esperar de ellas, seguramente por los problemas para calibrar tantos sistemas en un entorno tan diferente. Sí se mantiene el sistema de objetos equipables y todos los aspectos de "Calidad de vida" para entrenadores algo más concienzudos: podremos aprender fácilmente movimientos olvidados, cambiar la naturaleza de nuestras criaturas, alterar parámetros con objetos y, claro está, vuelven las megapiedras y las Mega-Evoluciones, seguramente uno de los elementos más queridos de la franquicia. La mezcla completa hace que este título se sienta realmente diferente pero igualmente satisfactorio y bastante divertido, con un sistema de combate más dinámico y participativo por parte del jugador, sin tanta estrategia y más centrado en nuestra adaptación.

En sí, el título tampoco tiene una dificultad demasiado elevada y siempre tendremos la opción de recurrir a la diferencia de nivel para superar alguna batalla que nos cueste un poco más. Además, superando retos opcionales y explorando adecuadamente los escenarios conseguiremos herramientas de sobra para lidiar con lo que se nos presente. Los momentos más complejos, además de las batallas para subir de Rango, serán los combates contra pokémon megaevolucionados descontrolados, que se sentirán como auténticos combates contra jefes e incluso ofrecerán opciones cooperativas con NPCs u otros jugadores como el sistema de Incursiones de títulos previos. En total, el juego puede rondar entre las veinte y cuarenta horas dependiendo de cuánto queramos completar en nuestra partida, pero también hay que considerar que existe el modo cooperativo y competitivo contra otros jugadores y que el próximo 10 de diciembre tenemos al DLC Megadimensión, por lo que si estamos dispuestos a pasar por caja será posible expandir mucho más la duración de este título.


Ya conocemos el criterio de presupuesto limitadísimo que Nintendo le ofrece a Game Freak para cada uno de sus títulos, por lo que tampoco hay mucho que destacar en este título en el apartado visual. Sí, en algún aspecto mejora a las entregas previas, pero probablemente esto esté ayudado por la limitación de escenarios del juego. Tenemos opciones para modificar el aspecto de nuestro personaje, principalmente ropa y complementos, con una variedad aceptable, pero no mucho más. En cuanto al rendimiento, este análisis se ha realizado sobre la versión de Switch 2 y se mantiene bien, mientras que en Switch va algo más justo, con ralentizaciones, tirones y entornos mucho más simples. Pero no es injugable, ni mucho menos. De hecho, se defiende un poco mejor que Escarlata/Púrpura.

La Banda Sonora del juego es bastante destacable, con alguna composición de gran nivel aquí y allá que demuestra que este es de los aspectos donde las limitaciones presupuestarias son menos dañinas. Eso sí, con un desarrollo argumental mucho más sólido en sus personajes la falta de doblaje empieza a ser un problema serio, haciendo que muchos momentos pierdan fuerza por la ausencia de voces que refuercen la actuación de los modelos. En cuanto a los textos, nos llegan, como siempre, es un perfecto español y, además, también con una adaptación a mexicano para que los jugadores latinos puedan contar con expresiones más cercanas.


Leyendas Pokémon: Z-A logra desarrollar su propia personalidad y elementos experimentales que lo hacen un título realmente divertido. La evolución argumental centrada en sus personajes sigue reflejando los pasos adelante de la serie en ese aspecto, pero evidentemente las limitaciones presupuestarias y el propio ritmo de la saga suponen un peso demasiado elevado para que este juego sea algo más. Esta limitación de sus entornos a una única ciudad o su simple apartado visual, no querer complicar demasiado las posibilidades de desarrollo urbanístico o lo que supone recorrer una urbe tan cosmopolita, contenido claramente recortado para su/s futuro/s DLC/s... Se agradece la experimentación, pero nos queda la duda de lo que podría haber sido esto con un mayor presupuesto y espacio para contar con más opciones.

Aún así, es otro juego entretenido y bien salvado por Game Freak, que prueba interesantes cambios de mecánicas en la serie, sorprende con la buena construcción de sus personajes y logra que el jugador pueda tener sus buenas horas de disfrute capturando y combatiendo con sus pokémon. Al fin y al cabo, cuando tienes un núcleo tan sólido y una base de fans tan enorme es plausible seguir adelante con un juego como este y rescatar lo que se pueda para el próximo título principal. El ritmo y la limitación presupuestaria manda pero, sobre todo, a veces la familiaridad sólo necesita algo nuevo y un poco de cambio en la fórmula para cubrir lo que buscan los jugadores. ¿Cómo lo habéis visto vosotros? Nos encantará leer vuestras impresiones.

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