9 de febrero de 2019

[Analisis] Tangledeep

El diseño basado en pixelart no es nuevo en la industria actual, ya que busca recrear ese aire añejo de cuando los sistemas más clásicos sólo podían procesar unos pocos píxeles en movimiento pero aportando un colorido y un nivel artístico que no se podía lograr en esos tiempos. Durante el año 2018 recibimos varios RPGs en ese estilo, siendo uno de los más llamativos el ganador a mejor título independiente en nuestros II Premios Destino RPG: Moonlighter. Otro de los que formaban parte de esa terna se quedó un poco fuera de nuestro radar, hasta ahora: Tangledeep, un Rogue-Like diseñado por Impact Gameworks que fue lanzado en febrero del 2018 en PC y el pasado mes de enero llegó a Nintendo Switch

Así pues, aprovechando este nuevo port hemos podido comprobar lo que nos ofrece este proyecto que, si bien no innova en ninguno de sus apartados, combina elementos que dan como resultado un título muy sólido tanto en jugabilidad como en diversión. De hecho, uno de los aspectos más llamativos del juego es su esfuerzo por resultar accesible para todo tipo de públicos, ofreciendo diferentes modos de dificultad para que cualquiera pueda disfrutar de esta obra y haciéndolo una de las propuestas más accesibles para principiantes en este género, que recuerda a la época dorada de las 16 Bits, con una Banda Sonora que no le va a la zaga.

Nuestra historia nos introducirá en el corazón de Tangledeep, una pequeña ciudad subterránea donde sus habitantes aspiran a emerger hacia la superfície. A través de intrincados niveles generados proceduralmente, tendremos que alcanzar el punto de acceso al siguiente nivel para abrir camino. Ciertamente, es un planteamiento muy básico, pero no obstante podremos encontrar un hilo narrativo apoyado en diferentes jefes enemigos que aportarán luces y sombras a nuestro periplo y que no representan al típico malvado que sólo quiere acabar con todo. Aspectos como la divinidad y el control frente a la necesidad de liberar al ser humano de las cadenas del destino tienen cabida en esta trama, lo cual ya es mucho más de lo que podemos encontrar en otros juegos del estilo. Eso sí, tampoco esperéis grandes sorpresas o un debate profundo, estos temas sólo se tocan en su superficie. 


Pero donde de verdad podemos decir que Tangledeep destaca es en su jugabilidad. El título combina elementos clásicos del género, como experiencia, subida de nivel y aumento de nuestras características con un sistema de clases que llega a ofrecer 12 opciones, lo que afectará enormemente nuestra forma de jugar. Desde el principio tendremos muchas variedad con clases muy distintas como monjes, paladines, nigromantes... cada uno con su propia forma de afrontar el combate, set de habilidades y equipamiento. Pero además, 3 clases de mayor complejidad se podrán desbloquear a medida que avances el la partida.
Lo más llamativo de este variado sistema de clases llega con las habilidades que se pueden mantener y combinar entre oficios, lo que aumenta todavía más, si cabe, el grado de personalización y complejidad que queremos otorgarle a nuestro personaje. Explorar diferentes opciones será muy satisfactorio y plantea estrategias muy diversas de cómo afrontar los combates. 

Pero, claro, todavía no hemos profundizado en el sistema de combate, ya que estamos ante un Rogue-Like tipo Mundo Misterioso, donde cada acción que realicemos tendrá como resultado que los enemigos también realicen la suya. Es un sistema bien conocido (sobre todo en los populares Pokémon Mundo Misterioso), aunque quizás aquí se tome demasiado al pie de la letra al estar activo constantemente, lo que hace que el movimiento por una zona sin enemigos resulte un tanto ortopédico. También presenta algunos problemas la propia interfaz del título, desde menús a simples conversaciones con NPCs, que no resulta atractiva o intuitiva. Este proyecto está tan asimilado dentro de su idea que se hace poco práctico en muchos momentos.
Tangledeep también añade complejidad a su sistema con múltiples elementos opcionales que no pasan desapercibidos. Por ejemplo, todos los enemigos se podrán capturar, domesticar y entrenar, permitiendo que contemos con un fiel aliado en combate. Además de eso, todas las piezas de equipo podrán ser mejoradas con un sistema de retos en mazmorras (ligeramente influenciado por el Item World de la serie Disgaea) que también podremos afrontar para alcanzar el máximo potencial de cada clase, por lo que no nos faltarán tareas con las que entretenernos.

Porque, y aquí está el truco que no habíamos comentado aún: en Tangledeep hay muerte permanente. Esto implica que el uso del banco para conservar piezas de equipo, dinero y otros objetos será muy importante para contar con un mejor inicio en nuestro próximo reintento, ya que todo lo que guardemos ahí y las opciones que hayamos desbloqueado será lo que conservaremos para cada nuevo comienzo. Aún así, ya comentamos que en este juego no faltan opciones de dificultad para toda clase de público, por lo que además de los clásicos modos (Fácil, Normal, Difícil...) también será posible mantener a nuestro personaje al morir, sacrificando dinero, experiencia y puntos de habilidad, pero sin que sea un reinicio tan brusco.
Además de su sistema de juego, Tangledeep también cuenta con un buen diseño artístico, con este estilo pixel-art de la época de 16 Bits que comentamos previamente. Sin embargo, lo más sorprendente no será el apartado visual, sino el sonoro: el equipo compuesto por Andrew Aversa, Hiroki Kikuta (Secret of Mana), Grant Kirkhope (GoldenEye 007, Civilization: Beyond Earth...) y Norihiko Hibino (Metal Gear Solid 3, Bayonetta...) nos deja multitud de piezas realmente diversas que nos acompañarán durante cada zona, todas con una notable calidad y sin hacerse repetitivas, lo cual es bastante complejo en un título de este estilo.

Como conclusión, aunque ciertamente no podamos decir que estemos ante un juego innovador, Tangledeep es un proyecto divertido, variado y complejo. Sus doce clases disponibles que podremos combinar, su atractiva jugabilidad, lo bien que se adapta para todos los públicos, el estilo artístico pixel-art y su espectacular Banda Sonora forman un conjunto que resulta de los más sugerentes en este estilo. Echadle un vistazo porque, aunque sólo está disponible en inglés, es de esos juegos que merecen la pena, sobre todo si buscas algo para iniciarte en el género.


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