[Análisis] Quartet

Si hay una realidad indudable en el género RPG es que los clásicos son inolvidables. La época de las 16 y 32 Bits es considerada como la base absoluta del estilo más reconocible por la expansión que tuvo este estilo durante esos años, así que títulos pixelart que recuerdan el estilo de esos tiempos pasados siempre tienen una atención especial para esos jugadores que descubrieron el género con esos juegos. Es por ello por lo que, a pesar de que los polígonos, el fotorealismo, los nuevos estilos de juegos y muchos otros nuevos elementos surgen en el género, nunca hemos dejado de recibir títulos que, simplemente, buscan asemejarse a esos inolvidables Dragon Quest IV-VII, Final Fantasy IV-VI, Chrono Trigger, Mother...
 
El título que analizamos ahora se lanzó a finales del pasado mes de agosto en PC y su título, Quartet (no confundir con al arcade de los 80) representa un estilo que implementó en su momento Dragon Quest IV: darle al jugador la opción de elegir el orden en el que controlar a sus cuatro protagonistas principales, cada uno con su historia y ambientación propia. Diseñado por Something Classic, los creadores de Shadows of Adam, este juego ya se está empezando a portear en consolas y se presentaba como una propuesta realmente interesante para los aficionados clásicos del género. En Destino RPG lo hemos completado para poder contaros nuestras impresiones de este título.
 
Quartet Historia
Quartet comienza dándonos una muestra de cuatro héroes que derrotaron a un malvado emperador, discutiendo tras el combate sobre los peligros de la magia y cómo poder controlarla. De ahí, llegamos a la elección de nuestros cuatro principales protagonistas: Alexandra vive en Seren, una ciudad de tecnología que recuerda a lo que podrían ser los años 60-70, lidiando con los problemas de su tienda, una madre comatosa y un hermano que paga facturas mediante la delincuencia. Ben es un orondo cocinero de mediana edad que despierta magia por sorpresa, teniendo que lidiar con sus nuevos poderes, tan peligrosos que un equipo de cazadores de magos tiene que vigilarlo. Cordelia es una hechicera de gran talento de la academia magia de Leornin, quien se verá involucrada en un escándalo que le hará buscar un repentino cambio de vida y Nikolai es un sargento de fronteras ex-bombero que sirve para un ejército básicamente nazi (con persecuciones a judíos y campos de concentración incluidos).
 
Esas cuatro historias se irán desarrollando presentándonos también a sus potenciales compañeros -todos llevarán a alguno(s) a lo largo de su camino-, desarrollando el gran mundo del juego y presentando diferentes puntos interesantes argumentalmente, mostrando diversos problemas en cada región que, poco a poco, irán haciendo que nuestros personajes se vayan uniendo para intentar colaborar en la salvación del mundo. Tanto la trama principal como las historias personales de cada personaje serán interesantes, aunque también es cierto que la atención que recibe cada aliado es bastante dispar, incluso en el momento en el que todo se abre y cada personaje tiene su propia trama personal que completar. Aún así, el juego es interesante y la historia nos anima a seguir adelante y explorarla mucho más. Es una propuesta con buenos momentos y conversaciones, aunque también tendremos desarrollos un tanto previsibles en muchas situaciones.
 
El sistema de combate de Quartet es un clásico por turnos con enemigos fijos en el mapeado, la mayoría imposibles de esquivar. Esto hace que la experiencia del grupo sea fácil de controlar en todo momento, ya que no hay demasiados métodos de entrenamiento (podemos entrar y salir de una zona, hay ciertos puntos con encuentros aleatorios... pero generalmente no vale la pena) y, en general, el juego resulta bastante equilibrado en su dificultad en todo momento. Puede haber alguna batalla algo más dura, pero con explorar bien los escenarios para conseguir cofres con piezas de equipo interesantes y tener algo de experiencia en el género, la verdad es que resulta muy manejable y nunca nos llegaron a matar al grupo.
 
El planteamiento jugable, pues, es bastante simple, con cada personaje teniendo un cierto rol dentro del grupo: tenemos hechiceros puros, curanderos, híbridos de apoyo y daño, combatientes físicos... aunque cada uno es particular en su propio sentido. Entre los aspectos más llamativos del sistema están la barra lateral de turnos para indicar cuándo actuará cada combatiente aliado o enemigo (si bien hay pocas modificaciones de turnos disponibles para el grupo y la tendencia es que seamos relativamente lentos) y el sistema de AP para usar habilidades: cada una consume un porcentaje de la misma y tras cada turno recuperamos 10 puntos, pero tendremos una habilidad defensiva que duplica la ganancia básica y también existirán piezas de equipo que aumentan esos porcentajes, por lo que será posible tener hechiceros con suficiente regeneración para lanzar conjuros sin que reduzcan efectivamente su AP o que lo reduzcan muy lentamente.
 
Cada escenario cuenta con una decente variedad de caminos y desvíos para conseguir recompensas en forma de bolsas con objetos, cofres con piezas de equipo y librerías con tomos que mejorar permanentemente alguna característica de los miembros del grupo. En este título también contaremos con un mapa-mundi que recorrer (sin encuentros aleatorios), tanto a pie como, eventualmente, con algún vehículo. Es relativamente amplio en este sentido, aunque conseguir explorar todo lo que nos ofrece el título seguramente nos lleve unas treinta horas, lo cual es bastante decente para un juego de este estilo.
 
En sí, quizás ese es el aspecto jugable más destacado del título: es bastante simple en todos los sentidos. Sí es cierto que tendremos varios pequeños minijuegos o puzles simples para avanzar o conseguir alguna recompensa, existirá una amplia cadena de tareas secundarias cuando todo el mundo se nos abre... pero jugablemente no contará con muchos elementos que sean particularmente únicos o especialmente llamativos. Todo es reconocible si has jugado a varios títulos del estilo y más allá de la mezcla concreta de este juego la verdad es que sólo destaca en este aspecto porque no tiene puntos flacos muy claros: es estable dentro de un buen nivel, pero eso también hace que no vaya mucho más allá.
 
Visualmente, Quartet es un título que recuerda a los clásicos de las 16 Bits, con un estilo pixelart bien realizado, pero sin retratos para nuestros personajes. La variedad de enemigos es relativamente amplia, aunque también existe bastante cambio de color en algunos, no existen demasiadas animaciones y las "escenas de vídeo" se reduce a una o dos, como mucho. Aún así, raya a un buen nivel y, ciertamente, hay entornos o escenarios bastante bien realizados y con muchos detalles, resultando además muy variados o reflejando situaciones tan dispares como una ciudad de academia mágica, una del Salvaje Oeste, una cruenta guerra entre calles, montes y bosques, templos y mazmorras... 
 
Lo que curiosamente sorprende bastante es su Banda Sonora, que es de las más variadas que recordamos en un juego de este estilo. Tiene auténticos temazos (el de la zona del Salvaje Oeste podría formar parte de la de un Wild Arms, perfectamente), composiciones muy apropiadas y luego otras que incluso chirrían porque no esperas algo así en un RPG de corte clásico: hay puro jazz con saxos, trompetas y bajos o trombones. Hay violines, pianos, guitarras de diferente estilo... incluso en unas de las zonas finales tenemos una especie de soul acompañado por guitarras eléctricas. Es realmente sorprendente en muchos momentos, aunque también eso hace que tenga algunos altos y bajos con cambios demasiado radicales. Eso sí, lamentablemente sólo está disponible en inglés.
 
Quartet es un buen juego de estilo clásico, que quizás no tiene potencial para ser mucho más, pero también es lo suficientemente sólido y equilibrado para que no haya mucho que criticarle. Es de esos títulos que podríamos recomendar con los ojos cerrados si te gustan los RPGs de este estilo, pero que tampoco es de esos de los que decir "tienes que jugarlo". Tiene un buen sentido del humor, personajes interesantes y divertidos, momentos duros, una buena variedad, sobriedad jugable y un buen equilibrio en todos los sentidos. Es decir, unas buenas 30 horas de RPG clásico que disfrutar, pero quedando en un escalón un poco inferior a otros títulos independientes del estilo.
 
Desde luego, ya queda en manos del jugador decidir si le apetece un juego así, pero por lo menos no es de los que os vayan a decepcionar y, además, está disponible a un precio accesible por debajo de los 20€, por lo que resulta una opción bastante interesante cuando tengáis ganas de un juego simplecito de este palo... siempre que no tengáis problemas con el inglés, claro está.

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