[Análisis] Ys: Memories of Celceta

Ys es una longeva saga de ARPGs de Nihon Falcom, que empezó sus andanzas allá por el año 1987, que cuenta con nueve entregas numéricas, varios relanzamientos, remakes y algún spin-off. Aunque podría considerarse a sus títulos como independientes, comparten el mismo mundo, personajes y siempre el mismo protagonista: Adol Christin.

El título que nos atañe, Ys: Memories of Celceta (Vita/PC/PS4, 2014/18/20), es un remake de la cuarta entrega de la serie, reinventando el título con la base jugable de la séptima y siguiendo estándares más modernos. Es, de hecho, también la cuarta readaptación de la entrega, ya que originalmente se lanzaron dos (Super Nintendo y PC-Engine) con diferentes desarrolladoras, y unos años después un remake para PlayStation 2, también realizado por un estudio distinto.

Si bien todas las entregas guardan algunos nexos, como la idea principal de la historia, jugablemente son muy distintas y la historia se ha ampliado considerablemente en esta última versión. Celceta ha sido desarrollado directamente por Falcom, sin subcontratar, como en las otras versiones, y forma el nuevo canon, siendo su historia, bastante modificada, a la que se hace referencia en entregas posteriores. Por esta razón, se recomienda jugar esta versión y dejar de lado las otras, curiosidad aparte.

El título se encuentra traducido y doblado al inglés, aunque permite usar voces en japonés, y está disponible en tres sistemas. Este análisis se ha hecho con la versión de PC, aunque la de PlayStation 4 es casi idéntica, quitando algunas opciones de configuración. 

Celceta nos trasladará a lo que será la segunda gran aventura de Adol, situada poco después de los eventos de Ys I+II, que forman el inicio de la saga, y poco antes de los eventos de la tercera entrega. Toda la serie se sitúa en el continente de Eresia, que emula a Europa, o Euroasia, en la época romana. En esta ocasión nos encontraremos en la región que da nombre al juego, Celceta, que se sitúa en el norte de Ispani, en una región recientemente ocupada por el imperio Romun, que destaca por tener un gran bosque, de nombre homónimo, que no ha sido aun explorado por los diferentes peligros que hay en él, habiendo fracasado los intentos anteriores.

Empezaremos la aventura con un Adol amnésico. No sabremos qué le ha pasado, más allá de que fue a explorar el bosque y volvió, pero sin recuerdos. Coincidiendo con ese suceso, el imperio Romun se ha propuesto explorar y cartografiar el bosque, ofreciendo cuantiosas recompensas a los exploradores que quieran colaborar. Será aquí cuando Adol, junto a su compañero Duren, se decida a volver al bosque, para averiguar qué pasó con su memoria, conseguir su meta de explorarlo y, ya de paso, llevarse la recompensa.

Claramente, el bosque de Celceta no será solo un bosque peligroso, también guardará innumerables misterios que tendremos que desentrañar, entre ellos, qué le pasó a Adol. Durante el viaje se nos unirán otros compañeros, que se verán envueltos en alguno de los problemas de la región y querrán esclarecerlos.

La historia en sí no es especialmente elaborada, pero cumple bien su cometido. A partir de cierto punto, cuando ya tengamos una idea de la situación, no nos sorprenderán los acontecimientos o giros de la trama, pero aun así no se nos hará aburrida. Las interacciones entre miembros del grupo también ayudan a hacer el viaje más ameno. Es una historia ligera, pero el salto es notable respecto a lo que encontramos en entregas más antiguas de la saga, sobre todo si jugáis a la serie en orden numérico. 

Al contrario que en las entregas originales, al ser un remake más moderno, no iremos únicamente con Adol, si no con un grupo de personajes. En batalla llevaremos hasta tres combatientes, uno controlado por nosotros y el resto por la IA (la cual es bastante buena, todo sea dicho). En cualquier momento podremos cambiar el personaje que controlamos con solo pulsar un botón, lo cual permite intercambios rápidos. El resto de personajes estarán en la retaguardia, y no participarán, pero podremos cambiar la configuración del grupo desde el menú, cuando no estemos en combate.

Cada aliado se asigna en tres categorías, según su tipo de arma (corte, golpe y penetración), que serán más o menos efectivos contra ciertos enemigos, aunque habrá bastantes que no tendrán debilidades ni fortalezas, incluidos los jefes. Se intenta evitar así atarnos a ciertos personajes en determinados combates sólo porque son los que tienen ventaja de daño. Además del tipo de ataque, cada uno tendrá un estilo particular, destacando más en fuerza, velocidad, rango… así como un conjunto de habilidades único.

En combate, podremos usar el ataque simple para hacer combos, lo cual llenarán nuestra barra de SP que nos permitirá usar habilidades, de las cuales podremos equipar hasta cuatro. A parte de hacer más daño, y tener efectos diversos, el uso de habilidades también llena un marcador, el que nos permitirá usar el ataque definitivo del personaje, formando una cadena (combos à habilidades à extra).

Una de las claves para triunfar en el título consistirá en dominar el sistema de evasión y defensa. Tendremos dos botones para sendas acciones que, si se realizan en el momento justo, no sólo evitan o bloquean el daño por completo, también nos reportará bonificaciones temporales para el grupo (invulnerabilidad y crítico, respectivamente), lo cual hace que el riesgo-ganancia de las esquivas perfectas resulte muy importante.

En definitiva, estamos ante un sistema fácil de entender y utilizar, pero no tan sencillo de dominar. Aunque tiene alguna pega menor, como la ausencia de libertad para mover la cámara (solo el zoom es controlable), o que los objetos y dinero se queden desperdigados por el suelo a lo Diablo-like, obligándonos a pasar por encima y perder tiempo recolectándolos.

Fuera de la batalla, nuestro objetivo principal será explorar el bosque, e ir cartografiándolo, lo cual nos dará recompensas cuando logremos ciertas cantidades. El bosque estará dividido en varias áreas, con diseños variados, laberínticos y múltiples obstáculos que tendremos que sortear, con habilidades o artefactos que tendremos que conseguir. El diseño de mazmorras está bastante logrado y, pese a ser casi todo un gran bosque, es variado.

Explorando, además de enemigos, también encontraremos puntos de recolección de objetos (minerales, plantas…), que junto a los objetos que dejan los enemigos, nos permitirán refinar nuestro equipo, mejorándolo y añadiendo efectos varios (como defensa a estados alterados).

Queda decir, que como es costumbre en el género, no faltarán las misiones secundarias en las ciudades, de diferentes tipos, que nos permitirán conseguir recompensas. El número de ellas no es excesivo, por lo que realizarlas no será una tarea ardua.

El juego cuenta con cinco niveles de dificultad, dos fáciles, uno normal y dos difíciles. Basándonos en la dificultad Normal, el juego no es especialmente complicado siempre que no huyamos de los enemigos y vayamos mejorando el equipo (consiguiendo nuevas piezas y refinándolas para que mejoren). El hecho de poder guardar casi en cualquier momento, contar con regeneración de vida si descansamos en exteriores y encontrar puntos de recuperación desperdigados, ayuda a hacer la aventura más amena.

La duración, haciendo misiones y explorando todo, supone poco más de 20 horas. Algo menos si nos centramos en la historia principal. Eso sí, al acabar el juego se desbloquean nuevas opciones, como batallas contrarreloj contra jefes y la posibilidad de reempezar el juego en nuevos modos de dificultad.

El juego se lanzó originalmente para PlayStation Vita, y eso lastra su nivel técnico. Para la portátil este aspecto era bastante bueno, pero en PC y PlayStation 4 si se nota más su origen. Ambas versiones mejoran un poco la calidad, añadiendo una definición superior y algunas mejoras técnicas, especialmente en PC, donde hay más opciones de configuración que hacen que el juego se vea mejor... Pero la base es la que es. De todas formas, aunque no sea un portento técnico, el juego se ve bonito.

Por el contrario, el apartado sonoro está muy logrado. Las melodías acompañan todo el juego, creando buenas ambientaciones y haciéndonos vivir más intensamente algunos acontecimientos. Unas destacan más que otras, pero en general mantiene un nivel alto en todo momento, siendo uno de sus puntos fuertes. El doblaje, además, está bastante bien en cualquiera de los idiomas disponibles.

Esta entrega de la serie sigue la estela moderna, empezada por Seven y siguiendo en Lacrimosa of Dana. Es algo más corta, pero igualmente recomendable y entretenida, especialmente para quienes quieran un JRPG ligero más enfocado a la acción, pero sin dejar la historia totalmente de lado.

Los diferentes niveles de dificultad la hacen apta para veteranos y novatos, tanto en la saga como en el género. Si bien conocer algún título anterior ayuda a captar ciertas referencias, es un título que puede disfrutarse por sí mismo.

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