26 de julio de 2018

[Análisis] The Banner Saga 3

The Banner Saga era uno de los proyectos más complejos que surgieron de Kickstarter. Diseñada por una compañía indie como Stoic Studio, formada por antiguos miembros de BioWare que trabajaron en Star Wars: The Old Republic, el objetivo era crear una trilogía a lo largo de varios años.

El primer título de la saga nos llegó a comienzos del 2014 y presentaba un excelente estilo artístico, una fantástica ambientación nórdica y un sistema de juego que combinaba combates tipo RPG estratégico (o SRPG) con la gestión de nuestra caravana y sus recursos, con múltiples decisiones que cambiaban el destino de nuestro grupo y sus personajes. Curiosamente, el esfuerzo de los creadores de Candy Crush Saga por intentar silenciarlo al usar "Saga" también en su título funcionó como una excelente campaña publicitaria, logrando de forma totalmente inintencionada el efecto inverso y haciendo que esta obra llegase a todos los medios.

Así, tras otra campaña de Kickstarter, Stoic lanzaba The Banner Saga 2 en el año 2016, mejorando muchos aspectos del título anterior y permitiendo continuar con nuestra partida guardada, recordando todas las decisiones que desarrollamos en esa primera aventura, dejándonos en un cliffhanger final que no se resolvería hasta esta tercera entrega y cierre de la trama. Disponible en PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch, hoy sale a la venta este título tan esperado y, por tanto, os vamos a explicar todos los aspectos que ofrece este gran final.

The Banner Saga 3 es el final del arco argumental planteado en los dos títulos anteriores, donde se nos permite cargar la partida de dichos juegos para conservar nuestras decisiones, así que no es un título que se deba jugar sin haber completado previamente sus dos anteriores entregas. Hay resúmenes de toda la trama hasta el momento e incluso podemos empezar una partida directamente en este juego, pero no es para nada recomendable.

Al venir de los acontecimientos de The Banner Saga 2, la situación del mundo no será desconocida por los jugadores: los dioses han abandonado la tierra hace años, el Sol de ha detenido en el horizonte, humanos y los gigantes cornudos Varl intentan reforzar su alianza a pesar de las claras diferencias entre ambas razas... pero todo se derrumba con una nueva invasión de los seres metálicos llamados Dredge, quienes liderados por los semi-divinos Sundr están acabando con todos los poblados de ambas razas. ¿Invasión, venganza o huida desesperada?

Todo quedaba más o menos encauzado en la segunda entrega, donde los hechiceros Valkas se presentan como los únicos que conocen y pueden detener la destrucción del mundo, que está siendo engullido por la oscuridad y una gigantesca serpiente. En este título el grupo se volverá a dividir en dos: por un lado, tenemos a los supervivientes del lejano poblado de Skogr y el clan formado a lo largo del camino tratando de sobrevivir en el último bastión de la humanidad, donde la locura, la envidia, las ansias de poder y las invasiones externas con el avance de la oscuridad en el horizonte están provocando un auténtico caos. Por el otro, el grupo de Ivern, los Cuervos y los valkas se internan en la oscuridad para intentar salvar el mundo en una grotesco recorrido plagado de criaturas enloquecidas y mentiras.

Con respecto a los anteriores capítulos, esta tercera entrega ofrece una trama mucho más oscura y desesperada, pero también resuelve prácticamente todas las incógnitas abiertas durante estos años y nos deja múltiples revelaciones para cerrar el arco argumental de la saga. Lamentablemente, este desarrollo hace que los protagonistas cobren mucha más relevancia, haciendo que gran parte de los secundarios lo sean todavía más en este título. Hay honrosas excepciones que nos permiten tener con algunos de ellos conversaciones en los campamentos para que nos cuenten sus motivaciones y aspectos que han vivido hasta llegar a formar parte de nuestro grupo, en algún caso llegando a perderlos de nuestro lado si escogemos las respuestas erróneas, pero generalmente sólo nos darán información sobre ellos sin más relevancia sobre el gran argumental, poco más.

Como cierre resulta interesante, aunque quizás está un poco descompensado en relevancia (un grupo está intentando salvar el mundo, mientras que el otro solo quiere sobrevivir) y el final puede resultar algo acelerado dependiendo de las decisiones que tomemos, sin dejar claro todo lo que ha supuesto este largo camino a lo largo de tres juegos. Es algo comprensible, lo explicamos recientemente, aunque siempre habrá esa sensación de que nos habría gustado un epílogo algo más descriptivo de todo lo originado.

La trilogía The Banner Saga ofrece uno de los más sólidos sistemas de combates estratégicos (SRPG por casillas) de estos últimos años, por lo que esta tercera entrega tampoco ha tenido que retocar demasiado de un aspecto tan pulido en los dos títulos anteriores. Es más, han optado por la estabilidad y se nota excesivamente que al tener que usar personajes, estadísticas y elementos ya establecidos que llevamos de partidas previas, la evolución es muy reducida

Nuestros personajes podrán subir cinco niveles más, aunque las estadísticas no ganarán mucho con ello. En su lugar, se ha optado por incluir un interesante sistema de títulos que ofrecen mejoras pasivas, limitadas para un número reducido de aliados ya que sólo hay 14 disponibles y no se pueden duplicar. Cada título se podrá mejorar cinco veces a parte del nivel, que nos interesará aumentar especialmente para acceder a los nuevos objetos que expandirán aún más nuestras características y habilidades pasivas, como recarga automática de puntos de voluntad, que nuestro personaje se mueva tras recibir daño, empujar a los enemigos, aumentar nuestro ataque a cambio de reducir la puntería... o poder causar golpes críticos que duplican el daño indicado, seguramente el factor más reforzado en esta entrega donde hay varios objetos que nos confieren esa posibilidad, lo que nos deja una cierta sensación de que el azar ha ganado enteros en el combate.

Aunque, sin duda, el factor más reforzado es el de batallas por oleadas, en el que tras derrotar a un grupo enemigos podemos decidir enfrentarnos a otros grupo más para aumentar nuestra recompensa (algo que ya existía en anteriores entregas) pero que, en este título, nos garantiza un objeto si completamos todas las oleadas. Además, se permite cambiar de combatientes entre una oleada y la siguiente, de forma que todos los miembros de cada grupo tendrán su oportunidad para brillar y ser útiles, algo que se agradece mucho.

En el aspecto negativo, uno de los elementos claves en las dos entregas anteriores, el de gestión de nuestra caravana y sus suministros, ha quedado muy relegado, ya que por las circunstancias del mundo no se pueden realizar grandes éxodos y el grupo que se lanza a explorar la oscuridad no lleva a miembros que no saben combatir. Podremos tomar decisiones sobre ellos a lo largo del juego que aumentarán o disminuirán nuestro grupo y, aunque normalmente no estaremos tan agobiados, los suministros seguirán siendo importantes para mantener a la última ciudad en pie. El factor moral de nuestras decisiones en el camino seguirá teniendo su incidencia en combate.

Debido a esta limitación de posibilidades, sólo uno de los grupos tendrá acceso a una tienda donde poder usar los puntos de Renombre para algo más que mejorar a nuestros personaje, lo cual hace que todo el sistema dé sensación de ser algo más directo y centrado en el combate, algo que se refuerza con un número de batallas algo más reiterado que en anteriores entregas.

Tampoco queremos decir que el título haya perdido frescura, ya que los nuevos aliados y enemigos aportan nuevas funcionalidades a la batalla, con escenarios donde podemos crear barreras de fuego que se extiende por las casillas y dañan a los que pasan por los mismos; ataques que drenan salud, energía o voluntad; barreras que romper; personajes que defender... 

En cuanto a la dificultad, mantiene el nivel de anteriores entregas y, con la experiencia lograda en esos títulos, será un juego que no nos resulte especialmente complejo, salvo que incrementes la dificultad o te excedas en las cadenas de combates. En poco más de 10 horas es posible completar el título, lo cual es similar a las entregas previas. No obsnate, con las altas dosis de rejugabilidad de esta iteración, probando diferentes decisiones y posibles consecuencias, es fácil que se vayan a más horas. Además, jugar a la trilogía completa (que está a la venta en formato físico) también puede ser una opción que elevaría la duración global a más de 30 horas.

El aspecto visual de The Banner Saga siempre ha sido sugerente, con diseños a mano, escenas animadas y maravillosas vistas, algo que tampoco falla en esta tercera entrega, que mantiene el nivel de anteriores títulos en pos de la coherencia visual de toda la serie. 

Igualmente, la Banda Sonora del juego, realizada por Austin Wintory (Flow, JourneyAbzû, Absolver... y los dos anteriores juegos de la saga) es brillante en este cierre, con composiciones que mantienen el estilo de la serie, pero añadiendo un tono aún más épico para este desenlace, donde también son relevantes los doblajes de los personajes principales en algunas escenas, si bien no resultan excesivamente numerosos.

Las principales ventajas e inconvenientes de The Banner Saga 3 provienen de lo mismo: es una tercera entrega de una trilogía pensada para jugarse de forma continuada, la última pieza de un juego completo. Es por ello por lo que no puede evolucionar demasiado en su sistema de juego, aspecto visual o en su trama, ya que todo está basado en las otras dos entregas y debe encorsetarse en las mismas, funcionando como un cierre, pero no como una evolución.

Evidentemente, no solo es recomendable, resulta imprescindible para los que han jugado a los dos anteriores y, para los que aún no hayan probado esta serie, lanzarse a la edición completa es una oportunidad de oro para poder disfrutar de una trilogía realmente sólida e interesante, con múltiples decisiones, gran sistema de combate y evolución, dificultad muy ajustada y, además, totalmente disponible en español, ya que esta versión cuenta con localización a nuestro idioma desde el primer momento. Tiene algún fallo suelto, pero seguramente en el parche de lanzamiento estará corregido.

Con The Banner Saga 3 se cierra un ciclo que nos demuestra que es posible hacer una historia dividida en tres capítulos, repartidos en seis años y con financiación de la comunidad, por lo que no nos queda más que alabar el gran trabajo realizado para lograr emocionarnos de esta forma, convirtiéndose en una de las series de SRPGs más sólidas del mercado a día de hoy.

1 comentario:

  1. Cuando salga la trilogía en Switch iré por este juego, unos pocos meses más de espera no es nada para lo que me aguante en no jugarlo antes.

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