23 de enero de 2020

Kingdom Hearts: una historia rota en pedazos

Hace unas horas Square Enix anunciaba el desarrollo de "Project Xehanort", un nuevo título de la franquicia Kingdom Hearts que llegará a móviles esta primavera y se centrará en el desarrollo personal del principal villano de la saga. Pero no será el último: hay otros dos títulos en camino a manos de dos equipos nuevos dentro de la compañía, dejando claro que con Kingdom Hearts III y su DLC ReMind esta franquicia no va a finalizarse.

Y es ese quizás el principal problema de Kingdom Hearts, una serie que surgió de lo que iba a ser un único título que tuvo un gran éxito: se dejaron puertas abiertas para el futuro, pero en ningún caso se pensó en elaborar una trama pensando en el medio o largo plazo. En su lugar, estamos ante una especie de parches argumentales pensados sobre la marcha que se enlazan a lo que pueden para intentar construir una trama que tenga algún sentido pero que siempre queda con multitud de pequeños agujeros de guión. Porque, básicamente, es imposible configurar una historia completamente sólida y coherente si la basas entre multitud de entregas que se diseñaron a ciegas, simplemente engarzando con una parte conocida.

Seguir esta saga ha sido más un acto de fe que un proceso lógico: ha ido saltando sin rubor entre sistemas y momentos de su historia, hasta sus compilaciones se presentaron de forma caótica (1.5, 2.5, 2.8...) y ha terminado reduciendo algunos capítulos a simples escenas porque no fueron más que experimentos jugables que prefieren no revisar. Y el proceso se ha vuelto a reiniciar ahora que Kingdom Hearts III está en el mercado, se nos vienen unos años movidos de lanzamientos que rodear la nueva trama planteada por este último capítulo para anticipar la cuarta entrega que llegará, vaya si llegará.
Es lógico que Square Enix se aferre a una serie que vende más de cinco millones de juegos en su última entrega y que todavía sigue resonando en el imaginario de los jugadores, generando grandes beneficios también a través del merchandising. Una alianza con una compañía tan importante como Disney no es algo que se pueda dejar pasar así como así, y menos con el ritmo de expansión que está teniendo, por lo que aquí sólo una ruptura del acuerdo podría frenar la necesidad de crear nuevo contenido para que esta gallina de los huevos de oro siga funcionando.

Quizás el problema esté en encontrar la forma de gestionar este ritmo, ya que estamos ante una saga excesivamente anclada alrededor de los acontecimientos de su protagonista, Sora. Incluso en Birth By Sleep enlazamos con él y sólo a través de Kingdom Hearts χ hemos visto una historia que se libera del mismo, pero aún así deja muy poco espacio para desarrollo porque conecta directamente con otro capítulo conocido de la franquicia, en un continuo pavor a crear un nuevo pilar argumental que no esté atado a un juego existente.

Con esto se sigue perpetrando un ciclo de juegos que simplemente pueden sobrevolar la trama sin poder alterar o avanzar mucho en la misma porque sólo las entregas numéricas tienen derecho a ello. El caso de Kingdom Hearts: Chains of Memories siendo importante para comprender el comienzo de Kingdom Hearts II y que multitud de jugadores se perdieron es algo a evitar, pero también es necesario seguir produciendo juegos para que la franquicia siga viva. Y en esos proyectos lo que encontramos son puros malabares argumentales y experimentación extrema para poder justificarse, pero a la vez ser prescindibles.

Así surgió esa prueba de un Kingdom Hearts multijugador de 358/2 Days que permitía controlar a tu miembro favorito de la Organización XIII; el intento de una personalización extrema del juego y algunas mecánicas exclusivas (como combates por turnos) de Kingdom Hearts Coded; abordar el caótico sistemas de protagonista alterno de Kingdom Hearts Dream Drop Distance con unos compañeros-mascota en un experimento transversal de Square Enix donde también podemos incluir Final Fantasy XIII-2 o World of Final Fantasy. La saga es la punta de lanza del estudio para abordar el cómo avanzar en el desarrollo de ARPGs y es claramente la base de Final Fantasy XV o, en menor medida, Final Fantasy VII Remake. El contar con esa libertad para jugar con mecánicas ayuda mucho a Square Enix y por eso casi todas las entregas han contado con una revisión: se trata de pulir potenciales fórmulas que puedan usarse en otros proyectos. Nada se desaprovecha del todo.

Esto también provoca que una saga con nueve entregas diferentes (si obviamos que algunas han recibido múltiples readaptaciones) prácticamente sólo tenga cinco con un peso realmente importante en el argumento de la trilogía base en un ciclo de diecisiete años. Los otros capítulos han optado por rellenar y completar un arco argumental con sucesos intermedios o precuelas donde sólo algunas revelaciones resultan realmente claves y todo lo demás circula alrededor de promoción a películas de Disney (porque no se puede comprender de otra forma lo horriblemente mal que está contada la parte de Tron 2 de otra forma), poco más.

Así pues, ¿por dónde pueden circular estos próximos lanzamientos? Sabiendo que el mercado de juegos para móviles con microtransacciones tiene grandes reyes y está complicado robarles público a medio plazo, usar el cebo de nuevos detalles argumentales para la saga podría ser una buena solución, pero también provocaría el descontento de muchos jugadores que no quieran seguir persiguiendo la historia entre tantos y tantos juegos insustanciales. Otra opción podría ser plantear un mundo alternativo, pero el peso de Sora en esta saga es tal que sin él resultaría complicado atraer a los jugadores. ¿Es Xehanort lo suficientemente interesante? Lo comprobaremos muy pronto.

Pero hay dos títulos más y, por lo que han apuntado, no parece que vayan a ser RPGs complejos, lo cual puede dejar la puerta abierta a algo que ha funcionado muy bien en otras franquicias de Square Enix: spin-offs en otros estilos. Dragon Quest ha logrado un respetable éxito con la probatura del estilo Roguelike en Mundo Misterioso, con la captura y crianza/fusión de monstruos en Monsters, tiene su Musou, los Dragon Quest Builders son realmente sorprendentes (y están tirados de precio ahora mismo)... Final Fantasy hace años que no tiene nueva entrega, pero ha sido reina de los SRPGs con los Tactics, su serie de minijuegos Chocobo es adorable, ha probado el multijugador con Crystal Chronicles, la lucha con Dissidia...

Quizás ha llegado el momento de ver a Kingdom Hearts probando nuevas cosas, separada completamente de su trama principal. ¿Quizás otra trama donde existan las llaves espada y los mundos Disney, pero no necesariamente los acontecimientos que conocemos? ¿Probar estrategia, lucha, plataformas o cartas regresando a la idea de Chain of Memories ahora que el estilo es más popular? Puede ser el camino a tomar para dejar de despedazar una trama entre multitud de juegos, seguir manteniendo la franquicia viva con nuevas entradas y dejar descansar el estilo.

Aunque, claro está, todo dependerá de lo que opine el público. ¿Cómo veríais el futuro de esta saga en los próximos años sabiendo que Kingdom Hearts IV no será lanzado hasta muchísimo más adelante? ¿Qué tipo de spin-off os gustaría probar? ¿Preferiríais a un Tetsuya Nomura más liberado y regresando a otras sagas como The World Ends With You? Opinen.

4 comentarios:

  1. El ultimo gran Kingdom Hearts fue Birth by Sleep, todo lo posterior es basura infecta

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    1. A ver tampoco vamos a echar mierda que el KH 3 no estado mal, no es el mejor pero tampoco es una mierda, no lo vamos a comparar con los de portatiles
      No entiendo porque la gente considera al BbS como tan bueno, a mi se me hizo cuesta arriba y la dificultad estaba muy desequilibrada.

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  2. Quizás sea un spoiler así que cuidado...




    Pero esta el tanteo con el verum rex

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  3. Dicho esto, quizás sea buena idea que kh se vaya separando poco a poco de Disney y fomente más la parte se del crossover (recorriendo el camino inverso). Lo que no se es si es viable.

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