[Análisis] The Great Villainess: Strategy of Lily

 

Nos encontramos ante un título codesarrolado por los estudios One or Eight, WSS playground y Alliance Arts. Siendo este último también el editor.

El juego consiste en una mezcla de dos vertientes, una más de estrategia, con la gestión de nuestras unidades y bases por el mapa, y otra de combate, que seguirá un sistema por turnos clásico. El juego también añade opciones románticas entre personajes y más de un final disponible. 

Acaba de salir en PC, el pasado 24 de julio, y nos llega totalmente en inglés. Su sistema de juego recuerda bastante a títulos como Aselia y Seinarukana. A continuación veremos si la mezcla de ideas les ha salido bien o se queda en un intento.



Empezaremos en un imperio donde, en la celebración del compromiso del príncipe heredero con la duquesa Scarlet, hay un atentado que acaba con la vida del rey. Aun siendo inocente, las culpas recaen en Scarlet, quien debe darse a la fuga junto a Lily, una enviada de la república vecina, de la cual también sospechan.

Lejos de querer limpiar su nombre, Scarlet, que posee una personalidad cuanto menos peculiar, considera interesante la situación, cansada del panorama anterior, y aprovecha para liderar una revolución para tomar el reino y, ya de paso, descubrir qué ha pasado.

La historia del juego es corta y simple, con giros prevesibles y pocas sorpresas. Los personajes, quitando a la pareja protagonista, apenas tienen protagonismo más allá de cuando salen y no hay desarrollo.

Esto último se compensa un pocos con escenas de afinidad entre personajes, habiendo dos aliados disponibles para cada uno, que nos permiten ver un poco más como son, pero también resulta algo escaso. Algunas de estas opciones son de carácter romántico, parejas de mismo género incluido, pero muchas se sienten algo forzadas o apresuradas.

En general, el aspecto narrativo es simple y apresurado. Un mero acompañamiento a la jugabilidad, cuya única función es mover los engranajes del juego y poco más.

El juego cuenta con dos partes, la de mapa y la de batalla. En el mapa nos moveremos por turnos en el orden apoyo-enemigos-jugador, por una serie de zonas interconectadas. Nuestro objetivo será acabar con el líder enemigo, el suyo acabar con una de las dos protagonsitas o conquistar la base central.

Cada uno de los bandos contará con unidades, que representan batallones, que deberán ir conquistando territorios. Si tenemos los territorios conquistados conectados entre ellos, llegando hasta nuestra base, se formará una línea de suministro que curará parcialmente a las unidades al inicio de cada turno. Lo mismo con el enemigo. Además, en su caso, algunas localizaciones actuarán como fortalezas, que crean unidades cada turno, de manera infinita.

Si nuestras unidades entran en contacto, se producirá una batalla, que será por turnos. Cada personaje contará con hasta tres habilidades activas, y otras tantas pasivas, además de la posibilidad de aprender ataques combinados si se maximiza la afinidad con otro personaje. Eso sí, las batallas durarán siempre tres turnos, y solo se ganan si liquidas a todas las unidades enemigas. Si se fracasa, la unidad atacante volverá a su casilla de origen, aunque el daño realizado y recibido se mantendrá.

Existe la opción de hacer batallas automáticas de manera inmediata, con un cálculo de daño que hace el juego, que nos indica como quedaría la cosa. La pega es que este método es tremendamente ineficaz, salvo que haya una diferencia de potencial muy alto entre bandos. El daño realizado siempre será menor y el recibido mayor, incluso si nuestra estrategia de batalla no es la óptima. Está pensado para acelerar batallas, pero perjudica más que ayudar. Al menos con las batallas normales pueden acelerarse las animaciones, algo es algo.

El apoyo será un dirigible con diferentes opciones, como bloquear el avance enemigo, cortar sus suministros (y su curación) y cosas del estilo. Consume energía, así que no se podrá usar en todos los turnos, pero será clave para salir airosos de muchas situaciones.

También tendremos la opción de capturar enemigos, y que se nos unan. Esta decisión será clave para el desarrollo de la historia, que cuenta con múltiples finales.

Aunque la base jugable es interesante, el juego tiene un problema serio de equilibrio. Aunque las unidades cuentan con un sistema tipo piedra-papel-tijera, queda opacado porque los atributo se imponen, lo que hace que una unidad de más nivel pueda arrasar, por si sola, con un grupo de varias. Y el juego abusa de esto con los enemigos, con los jefes y enemigos de élite de niveles altos abundantes. Esto fuerza a un farmeo excesivo, obligándonos a no conquistar bases enemigas para ir liquidando enemigos de los que aparecen infinitamente (de no hacerse, es posible llegar a situaciones de atasco). Además el farmeo es lento, lo que lo hace más pesado. Tampoco hay ningún tipo de aliciente para acabar rápido, el número de turnos es irrelevante.

El juego cuenta con dos dificultades, fácil y normal, pero la diferencia no es tan grande entre ellas. A nivel estratégico no hay gran cosa, quitando algo al final, es más bien pesado por el farmeo excesivo y la lentitud para acabar con enemigos muy fuertes, que requieren varios ataques/turnos. Esto alarga la duración del juego de manera muy artificial a unas 25 horas (una ruta, y más si haces todos los finales). Sin el farmeo, sería como la mitad...

Los gráficos son 2D estilo pixelado, pero mejorables. Intenta imitar el 2D-HD, pero con resultados más pobres. No es un desastre, en absoluto, pero tampoco destaca en nada. Podrían haber usado sprites más nítidos, por ejemplo. Al menos los fondos están algo más elaborados.

A nivel técnico no da problemas, pero se echan en falta opciones de control para mando, siendo teclado y ratón la única disponible.

El sonido es un apartado correcto. La música acompañan bien y el juego tiene voces en las escenas, lo cual se agradece. No tiene un elenco de melodías muy amplio, pero las que hay no se hacen repetitivas, al menos.

Es un juego con buenas ideas pero una pobre ejecución. No es un desastre en nada, pero tampoco destaca. Todo es un "correcto y gracias". Que títulos como Aselia y Seinarukana, juegos con alrededor de 20 años a sus espaldas, le superen en todos los aspectos tampoco ayuda.

En general, salvo que os llame mucho la atención y lo veáis barato, no podemos recomendar el juego.

The Great Villainess: Strategy of Lily está ya disponible en PC. Este análisis ha sido posible gracias a una copia ofrecida por Alliance Arts.

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