8 de marzo de 2024

¿Qué tal es Balatro?


Los juegos de cartas adaptados a videojuegos han sido habituales a lo largo de los años, pero en los primeros tiempos resultaban raros, confusos y poco prácticos, con problemas de interfaz o gestión de una inteligencia artificial suficientemente competente para hacer las partidas interesantes. A pesar de ello, han sido una constante tanto en forma de minijuegos como títulos independientes. Muchos recordamos el Pokémon TCG de Game Boy, Digimon Digital Card Battle, los diferentes juegos de Yugioh que incluso tenían reglas dispares entre ellos... Ya escribimos hace tiempo de cómo la consolidación de la idea para su mezcla con el género RPG, pasando de aquellos rarísimos Kingdom Hearts: Chains of Memories o Baten Kaitos a la cristalización en forma de Roguelikes que ha traído la industria independiente, pero la realidad es que prácticamente cada año hay algún juego de cartas de éxito y este 2024 ya tiene su primer gran referente: Balatro.

El concepto de este título es, además, tremendamente simple: jugar al Póker, seguramente el juego de cartas básicas más popular y comercializado, con unas reglas simples de diferentes jugadas (parejas, dobles parejas, tríos, escalera, color, full, poker...) que prácticamente todos entienden y que incluso han sido ya adaptadas múltiples veces en diferentes minijuegos de múltiples títulos. Los más recientes: Like a Dragon o Trails lo incluían.

Lo que hace a Balatro tan interesante es que se basa en un concepto de ganancias, apuestas y efectos especiales adaptadas a una fórmula roguelike, donde fracasar en cumplir el objetivo de puntuación de la fase supone Game Over, pero los logros de anteriores partidas nos desbloquean nuevas opciones con las que mejorar nuestra baraja. Porque, sí, aunque comenzamos con una baraja normal de póker, con sus cuatro palos (corazones, diamantes, picas y tréboles) y una progresión normal de cartas (As, 2 al 10, J, Q, K), el juego rápidamente nos empieza a presentar variaciones que hacen al título tremendamente divertido. El objetivo es alcanzar una puntuación determinada por ronda en una serie de manos y con una cantidad de descartes definidos. Cada jugada tendrá su respectivo multiplicador (evidentemente confiere más un póker que un trío) y cada carta que puntúe también aplicará su valor, por lo que lograr jugadas con las figuras (A-K-Q-J) generalmente será mejor.

Si conseguimos superas la puntuación de la fase, se nos conferirán unas ganancias adaptadas a la velocidad con la que hayamos superado el reto y entraremos en la tienda, que tendrá diferentes productos generados al azar: un vale, que reporta algún tipo de mejora permanente (tipo descuentos en la tienda, que nuestra mano pueda tener más cartas en cada ronda, aumentar ganancias...), un joker de la ingente cantidad que ofrece el juego (podremos llevar cinco a la vez de forma natural y cada uno nos da una pasiva diferentes, desde que aumentar multiplicadores a que todos los diamantes y corazones cuenten como el mismo color de ahora en adelante), planetas (que aumentan permanentemente la puntuación obtenida por alguna de las jugadas), cartas del tarot (con múltiples efectos dispares), nuevas cartas que añadir a nuestro mazo (sí, podremos tener múltiples ases de picas, por ejemplo, y además muchas de esas cartas tendrán efectos especiales, como que su color es "todos los colores", que den más puntos por usarlas, si las descartamos generan efectos...) y otras formas de ganar efectos raros.

Todo esto hace que el juego sea tremendamente explosivo y dinámico, capitalizando en nuestros jokers y multiplicadores para intentar superar objetivos de puntuación cada vez más elevados, sobre todo porque cada tres rondas se nos presenta algo así como una especie de "jefe" con reglas especiales tremendamente potentes, como que nuestras cartas estén volteadas (podremos jugar con la ordenación por palo o valor para intuir más o menos lo que contienen), ciertos palos no puntúen, tengamos que conseguir la puntuación objetivo en una sola mano... es un verdadero reto superar las 24 rondas de las que consta una partida completa, pudiendo también jugar con la opción de saltarnos una partida que no sea de jefe a cambio de algún tipo de recompensa que puede que sea mejor que las potenciales ganancias por vencer esa ronda.

Es divertido, caótico y muy adictivo por la sencillez y velocidad del juego, ese factor de azar tan elevado y la gran cantidad de contenido que ofrece, ya que podremos desbloquear diferentes barajas (normalmente contienen las mismas cartas pero aumentan el número de descartes o cartas por ronda, cambian la forma de generar beneficios...) e incluso retos de mayor dificultad por vencer. De hecho, estamos ante un juego que ofrece el "modo infinito" si superamos las 24 rondas para intentar ver hasta dónde aguantamos con el constante incremento de objetivos de puntuación, mayores retos de dificultad si queremos intentar ganar con la misma baraja, retos de otro tipo si alcanzamos las suficientes victorias... todo con un estilo visual muy simple pero efectivo, con un toque entre juego de niños y televisión ochentera de efectos musicales y sonoros distorsionados muy apropiados para generar una sensación de que estamos encerrados en un juego maldito donde el objetivo es sobrevivir.

Está disponible en español y en PC, Switch o sistemas PlayStation y Xbox, vale menos de 15 euros y es de esa clase de juegos que no podemos dejar de recomendar para los que disfrutan de retos de cartas y roguelike, porque lo tiene todo para engancharos durante horas y horas.

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