[Análisis] Kingdoms of the Dump

Entre los RPGs que llegaron para cerrar el año, Kingdoms of the Dump era uno de los que más nos llamaba la atención: el título independiente desarrollado por Dream Sloth Games y Roach Games, que también actúa como distribuidora, nos lleva a un mundo de basura al que salvar con nuestro grupo de héroes inesperados. El planteamiento es ciertamente típico, pero aderezado por su ambientación tan particular y cómo se adapta al sistema de juego. Además, también hay que recordar que este título formará parte del proyecto Infinite Alliance, por lo que conocer a su protagonista, Dustin, resultaba importante para el canon de ese futuro juego.
 
Así pues, lo hemos estado jugando durante estos días y la verdad es que nos sorprendió con su duración: superar las veinticinco horas no es habitual en proyectos independientes de este estilo, pero fuera parte de una trama con muchos giros y diferentes sorpresas también es un juego con mucho contenido opcional, con muchas misiones que se abren una vez podemos explorar el mundo libremente, cofres y zonas escondidos por doquier... Así pues, vamos a repasar los diferentes aspectos del que, probablemente, sea nuestro último análisis del 2025, que cerramos con casi cuarenta títulos del que os hemos contado nuestras impresiones. Una de las cifras más altas de nuestra historia.
 
Dustin Binsley es un cubo de la basura metálico que aspira a ser caballero como los grandes héroes del pasado que unieron al mundo para acabar con unas criaturas de corrupción tóxica que arrasaron con la gran metrópolis de su era. Sin embargo, su realidad es bien diferente: es considerado un aspirante de escudero de mala muerte al que le encargan, casi como broma, proteger al rey en una reunión con otros miembros de la realeza. Con los nervios, Dustin se pasa la noche en vela y acaba dormido en su casa, así que cuando llega a su cometido se entera de la peor situación posible: el rey Globespin es secuestrado y él queda deshonrado por fallar en su cometido. Pero nuestro protagonista tiene coraje y espíritu de héroe, por lo que parte en una cruzada para tratar de rescatarlo acompañado por Ratavia, una rata de elevada edad que demuestra tener muchos secretos en su haber. Juntos vivirán una apasionante aventura donde la situación irá revelando muchos peligros, compañeros y un nuevo conflicto que obligará a volver a reunir a todos los reinos de la basura.
 
En ese sentido el juego es relativamente típico, pero ofrece varios giros e interesantes sorpresas en su desarrollo, muy bien apoyado por el carisma de sus personajes, que enriquecen mucho a la trama. Es de esa clase de tramas en las que la división en capítulos se produce con grandes giros de los acontecimientos entre cada uno, aunque también hay que decir que el primer acto da la sensación de ser algo más extenso que el resto, en los que existe también una muestra de diferentes puntos de vista dividiendo al grupo por motivos de trama y pasando de una parte a otra del mundo para acompañar los diferentes acontecimientos. Ahí quizás el ritmo sí empeora un poco, pero aún así hay buenos momentos argumentales a lo largo de toda la trama.
 
El título es un RPG de combate por turnos que se desarrolla en un tablero de 3x6 dividido por la mitad, dejando nueve casillas para cada grupo. Cada turno un combatiente podrá mover su posición además de ejecutar su acción, causando o recibiendo más o menos daño dependiendo de la distancia con el oponente. Otro factor importante es que el juego tiene un sistema de pulsación en el momento justo para aumentar o disminuir el daño de los ataques, que no es extremadamente definitorio, pero evidentemente ayuda, hasta el punto que a veces podremos evitar por completo el ataque del enemigo en un bloqueo perfecto. El posicionamiento también es muy relevante porque varias habilidades y objetos podrán crear casillas de efectos especiales: suelos de cristal, veneno o fuego que dañan a los que pisen o se mantengan sobre los mismos, aceite que refuerza el daño del fuego, agua que permite propagar el daño eléctrico, musgo que provoca pérdida de visión o confusión...
 
Otro aspecto interesante del sistema de combate es la gestión de los puntos que cuesta usar las habilidades, que son piezas de metal y son compartidas por todo el grupo. Éstas, al igual que los clips que funcionan como dinero, se consiguen por los escenarios, incentivando la exploración y recolección para ir recuperando el consumo. No obstante, Dustin es un poco la excepción a la regla: él cuenta con una habilidad para romper elementos metálicos del decorado obteniendo clips y piezas de metal, además de contar con una habilidad que permite drenar metal de los rivales, lo que le convierte en "la pila" que permite mantener la chispa energética del grupo al medio y largo plazo, al menos de forma natural, porque evidentemente existen objetos curativos. Limitados a 10 unidades como máximo del mismo, pero hay suficiente variedad para que no sea demasiado relevante. Todos los personajes, además, podrán cargar su ataque especial con el clásico sistema Límite tipo Final Fantasy VII, transformando el ataque simple en una super-técnica que, mediante algún tipo de minijuego diferente para cada combatiente, puede causar un efecto dramático en combate.
 
Dustin no será el único con habilidad fuera del combate: todos los personajes tendrán alguna particularidad que les hará clave para avanzar o llegar a ciertas zonas de cada escenario: trepar, usar pompas como trampolín, lanzar un gancho, disparar para romper elementos... esto, en un juego donde también podremos saltar hace que los escenarios tengan mucha verticalidad, con cofres, metales, clips, estatuas que aumentan la cantidad máxima de metal que podremos acumular y, en general, un buen aprovechamiento de cada pantalla, que normalmente querremos recorrer de cabo a rabo, también en la tercera dimensión hacia arriba. Además, es de estos juegos con mapamundi donde existen zonas secretas que solo se descubren si nos acercamos a las mismas, por lo que la exploración se realiza en todos los ámbitos. El único problema de escenarios tan explorables es que hay a veces el juego falla un poco: es fácil abusar de saltos sobre bordes mal definidos para ganar altura, la precisión en los saltos no es del todo adecuada, podemos salir de los límites del mapa con relativa facilidad... Por fortuna, esto solo se agrava en la parte final, donde es bastante más sencillo quedarnos atrapados porque se nota que está mucho menos pulida, pero es de las cosas en las que se está trabajando para arreglar con sucesivos parches.
 
En sí el sistema de combate y la exploración funciona bien, aunque es cierto que existen desequilibrios aquí y allá: el daño de las casillas con efectos extra suele ser elevadísimo, hay muchos enemigos tremendamente molestos (por ejemplo, varios se multiplican en versiones más pequeñas al morir, garantizando mucho daño sobre el grupo) y luego jefes que caen de pocos ataques si les explotamos sus debilidades, determinados efectos no parecen funcionar tan bien como deberían, otros es a la inversa y la fórmula les dispara el potencial... Pero lo importante es que, a pesar de todo, el juego resulta muy entretenido tanto en su exploración como en combate, con sus secretos y recompensas por ser ingeniosos usando nuestras habilidades en cada escenario o batalla. En cuanto a la dificultad, la verdad es que es un poco irregular en ciertos momentos e intercala situaciones donde no resulta fácil estar cómodos con otros donde nos sentiremos muy sobrados, pero con enemigos fijos en el mapeado (sencillos de esquivar) y un sistema de subida de nivel donde podremos asignarles un punto extra a  ataques, defensa o poder mágico (cada cinco turnos también a salud o poder mágico), la verdad es que tendremos muchas opciones para configurar al grupo como gustemos. Es un RPG interesante en este sentido, aun con sus errores.
 
El título ofrece un buen apartado gráfico emulando lo que hacía la clásica Super Nintendo, Modo-7 en el mapamundi incluido, destacando también porque las conversaciones muestran a los retratos y sprites de los personajes gesticulando, el menú de equipo muestra los objetos que llevan los personajes (no externamente, pero es un detalle gracioso), los fondos y escenarios son bastante elaborados con tantos elementos de basura, haciendo que todos los diseños del campo, personajes o enemigos sean algunos de los "habitantes" habituales de un vertedero... es un título muy llamativo en ese sentido. Eso sí, a pesar de que hay una respetable variedad de enemigos durante todo el juego, en cada zona normalmente solo tendremos a tres monstruos diferentes como máximo, lo que hace que muchos combates sean absolutamente iguales dentro de un mismo mapeado. También comentamos antes los problemas visuales y técnicos de que los personajes tengan tantas opciones de movilidad y la forma en la que esto va a peor conforme avanzamos, con errores muy continuados y parpadeo de los sprites o caídas desde el cielo que, en este caso, son relativamente comunes en el motor Godot que usa el juego.
 
A nivel sonoro el juego cumple con un buen nivel, ofreciendo melodías clásicas para un juego del género, con gran variedad de estilos para acompañar cada momento o escenario. Los sonidos, además, también son bastante llamativos, acompañando bien a las acciones que se producen. El título no ofrece doblaje y, como podéis ver, sus textos sólo están disponibles en inglés, lo que será un impedimento para los que no dominen el idioma, porque se hablará bastante. Pero en estos apartados el problema recurrente es esa parte final tan poco pulida. Se notan las prisas para poder llegar a finales de noviembre y había misiones que no funcionaban, podíamos reactivar eventos pasados, repetir misiones de peso argumental, la música o los personajes desaparecían, era fácil quedarse atrapado en un escenario, otros tenían trampas que no funcionaban bien, zonas que eran casi imposibles de navegar ni usando la herramienta adecuada... Eso sí, el juego se lanzó en su versión 1.0.2 y ya vamos por la 1.0.16, lo que demuestra que había mucho que arreglar y que, al menos, se está trabajando muy duro para mejorarlo todo. De hecho, hasta se están reequilibrando otros aspectos del título en el proceso, otorgando un metal como premio por cada bloqueo perfecto para dar otro método de recuperación que no sea tan dependiente de Dustin y objetos.
 
Kingdoms of the Dump es un buen RPG de corte clásico, con una ambientación única, una historia interesante dentro de los tropos habituales, un sistema de combate con muchos elementos interesantes, un gran esfuerzo por hacer cada parte de las diferentes pantallas completamente explorables y una duración más que sólida. Sus problemas radican en el idioma (para los que no lidien bien con el inglés), ese lanzamiento tan poco pulido y las clásicas irregularidades de un título independiente, con cierta reiteración de enemigos dentro de la misma zona y una dificultad que nunca se siente muy descompensada pero sí fluctúa bastante (por fortuna, no demasiado hacia la parte difícil).
 
Con todo, el juego es muy entretenido y dejará un buen sabor de boca si estás buscando un RPG de corte clásico pero con giros únicos y un sistema de combate particular. Y la verdad es que este año nos ha dejado varios de este buen calibre. Quizás ninguno sea una obra tan sólida como lo fueron Sea of Stars o Chained Echoes, pero sí que son una gran experiencia para los amantes del género que disfrutan de juegos de este tipo y no solo de los títulos más importantes del estilo. El juego todavía seguirá un poco más con un descuento del 15%, por lo que si os interesa este es un buen momento de darle una oportunidad... salvo que queráis esperar alrededor de un año para una oferta más importante. 

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