El éxito de Elden Ring ha sido resultado de un proceso de crecimiento constante y una gran explosión con el juego que finalmente rompió todas las barreras de su fórmula, quizás parecido al que hemos visto en sagas como The Elder Scrolls, Persona, Monster Hunter, The Witcher... una clase de juegos donde se combina la acción con una sensación de peso, de que nunca somos superior a nuestros enemigos: hay que aprender a esquivar, a equiparnos correctamente, a aprender de las muertes y a desarrollar una experiencia muscular que vale mucho más que el nivel que tiene nuestro personaje. No han faltado multitud de estudios que han tratado de adoptar esta fórmula y muy pocos han logrado acercarse al nivel de maestría que ha desarrollado From Software con el paso de los años y el peso del director Hidetaka Miyazaki, así que vamos a analizar cuáles son las claves de este título:
Evidentemente, también es muy destacable el salto al mundo abierto que da esta entrega, con claras diferencias entre las distintas zonas, desde prados, lagos, montañas, nieve, volcanes e incluso grutas subterráneas. Esta enorme libertad de mundo, teniendo acceso a la gran mayoría de áreas desde el inicio permite jugar un poco como a uno le plazca, sin tener que seguir una linealidad y completando la aventura en el orden que prefiramos. Además desde casi el inicio disponemos de una montura (un caballo-cabra) que nos permite explorar con cierta tranquilidad gracias a su velocidad, además de que el viaje rápido está disponible desde que empieza el juego, así que volver a zonas por las que hemos pasado, aparte de necesario, es sumamente sencillo debido a la presencia de muchísimos puntos de control, las Gracias, por todo el mapeado.
En cuanto al combate en si, ciertamente este título tampoco se aleja demasiado de la fórmula de Dark Souls III, aunque hay muchas circunstancias extra que comentar. Primero, ligeramente heredado de Sekiro, es posible maniobrar mucho mejor en el aire, pudiendo saltar y golpear y añadiendo mejores opciones de platformeo para la exploración. También se ha incluido un nuevo método de contragolpe usando escudos, podemos conseguir múltiples invocaciones diferentes (además mejorables) para que nos ayuden en combate, existe la opción de personalizar un frasco con diferente tipo de opciones para ayudarnos a nuestra estrategia de combate, prácticamente todas las armas tienen sus propias habilidades especiales asociadas... todo esto hace que el título sea mucho más variado y abierto también a la hora de diseñar nuestra estrategia para combatir, con multitud de construcciones de estadísticas, equipo, invocaciones y habilidades que se pueden adaptar al estilo de cada jugador.
La exploración de este mundo abierto también implica muchas tareas opcionales, con misiones de NPCs o gran cantidad de mazmorras dispersas por el mapeado. Estas últimas no sirven para mucho más que lograr materiales, equipo o experiencia, incluyendo sus propios jefes que ni presentan una gran variación y muchas repiten al mismo tipo de enemigo, sólo que quizás algo más fuerte, en otro entorno o incluso en pareja. Esto, unido a los jefes gigantes repartidos por el mapeado abierto, que en su mayoría son dragones tremendamente parecidos, hace que el punto de espectacularidad y epicidad del título pierda un toque de factor sorpresa conforma avanzamos en el mismo, aunque también es cierto que eso no ocurre en las zonas principales con los grandes jefes "de historia", que siempre son sorprendentes. Con tantas tareas por delante, el juego se puede mover entre las cincuenta y cinco o llegar a más de cien horas, dependiendo de lo mucho que exploremos, lo que nos cuesten ciertos enemigos, lo que disfrutemos simplemente moviéndonos por ahí...
Al final, Elden Ring es, sin lugar a dudas, el mejor Soulslike que jamás ha hecho From Software. Destaca en cada uno de sus apartados (trama, ambientación, mapeado, opciones y ritmo de combate, música, nivel técnico...) y supone una mejora en todo. Eso sí, la amplitud del mapa puede resultar algo abrumador para algunos jugadores y, lo que es más llamativo, es posible encontrar espacios de mejora aquí o allá. Por esa razón estamos ante un juego que se puede recomendar a todos los jugadores, sean o no amantes del estilo Souls, pero aún así no estamos ante un juego perfecto. Esta fórmula todavía puede crecer y este ha sido un gran paso que nos ha dejado muestras de ello. Les vendrá bien la desconexión para el próximo Armored Core, porque con este juego no solo han demostrado que nadie puede hacer un juego de este estilo como ellos, también que pueden llegar todavía más allá.
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