20 de diciembre de 2016

[Análisis] Disgaea: Hour of Darkness

La serie Disgaea es, sin lugar a dudas, la más representativa de la compañía Nippon Ichi Software (NIS, como se abrevia normalmente y se llama su división por estos lares) y su primera entrega es, seguramente, la más popular de la franquicia, hasta tal punto que varias entregas posteriores han tenido que seguir haciendo referencia a sus personajes sólo por el impacto que tuvieron en la comunidad.

Ese título inicial fre Disgaea: Hour of Darkness (2003, PS2), versión en la que se basará este análisis, si bien el título cuenta con otras tres ediciones que comentaremos más abajo, de forma que esta entrada sirva para representarlos a todos.

Hay que recordar también que aunque la serie Disgaea cuenta ya con seis entregas principales, varios ports y algún spin-off, el reconocimiento de la misma tampoco es demasiado grande. No obstante, aun sin ser los mejores títulos dentro de su subgénero, el de los SRPGs o RPGs estratégicos, no dejan de ser unos juegos sólidos, divertidos largos y difíciles, siempre y cuando el inglés no nos resulte un problema, ya que ninguna entrega ha sido traducida oficialmente a nuestro idioma.

En Disgaea no nos pondremos en la piel del típico "héroe", si no más bien de un "antihéroe". Jugaremos el papel de Laharl, un demonio que habita en el inframundo y es el hijo del Overlord, el señor del mismo. Éste último fallece, lo que deja la situación del inframundo en un estado de caos, el cual aprovecharán los ángeles para enviar a una asesina a matar a Laharl, para así evitar que se convierta en el nuevo señor, aprovechando que aun no es tan poderoso como su padre. El problema es que dicha asesina es un tanto peculiar y su misión no saldrá como estaba prevista.

Por otro lado, aprovechando que Laharl es un chaval con más palabrería y ego que poder, muchos demonios importantes intentarán aprovechar esta situación para hacerse con el trono infernal y autoproclamarse como nuevos señores, por lo que nuestro protagonista se verá obligado a demostrar quién manda.

Si bien la historia general es bastante simple, aunque se complica algo al avanzar, lo que destaca más en este apartado es el carisma de ciertos personajes y el ácido humor del que hace gala el juego, su gran punto insignia. Es terriblemente cómico en muchos momentos, con una estética animada que, aunque puede parecer algo trillada a estas alturas, con muchas personalidades que han sido masivamente explotadas en obras posteriores (Tanto en manganime como en videojuegos), lo cual puede hacer aparentar que ha envejecido peor de lo que debería.

Sin duda alguna este apartado es el más destacado y el que hace interesante al juego. En este título dispondremos de muchos personajes a nuestra disposición, los obligatorios que se nos unen por historia y, además, tendremos la opción de reclutar a personajes genéricos de diferentes oficios, que si bien no aportan nada argumentalmente, sí lo hacen en el apartado jugable. De la misma forma también podremos reclutar a monstruos, dándonos en conjunto una variedad enorme de personajes para usar en combate. Además, será posible que los personajes se hagan "aprendices" de otros, pudiendo aprender habilidades de los mismos, a parte de las propias, lo que resultará en "clases híbridas", algo especialmente útil en ciertas clases, como los magos elementales.

Durante el juego iremos alternando entre las partes de historia, dónde avanza el argumento, y las batallas, que se producirán al explorar el mapa. Entre batalla y batalla, tendremos la opción de volver al castillo, que actúa a modo de base de operaciones (donde podemos comprar equipo, recuperar y curar unidades caídas en combate, etc), volver a mapas anteriores a entrenar, explorar mapas alternativos o seguir avanzando.

Dentro de la batalla, el juego adopta una visión isométrica en un mapa por cuadrículas, como es normal en el subgénero. Los personajes actuarán de acuerdo a su velocidad, mezclando turnos con los enemigos y tendrán la opción de moverse y, si el enemigo/aliado está dentro de su rango, usar ataques, habilidades, objetos... Nada nuevo en este aspecto. Dónde sí añade aspectos propios es en los combos, ya que al atacar a un enemigo los aliados pueden apoyarte si rodeas al enemigo o están a tu lado. Además, incluye la opción de alzar a otros personajes/objetos y lanzarlos, lo cual nos puede permitir avanzar más, mandar a aliados lejos del enemigo o cosas así. Lo curioso de este sistema es que, si lanzas un enemigo contra otro, se fusionan en uno más fuerte (lo cual puede ser beneficioso...o un suicidio, depende de como lo afrontemos). 


Pero sin duda, el punto más distintivo serían los Geopaneles, que modifican nuestro entorno. Si bien en los mapas ya contábamos con diferencia de altura y obstáculos, a veces se podrán encontrar con casillas de colores que darán propiedades únicas a las mismas, como modificaciones en los atributos, curación, daño... que añaden bastantes opciones estratégicas a la batalla, pudiendo ser usadas por aliados... o enemigos. En algunos mapas podrán ser eliminadas o modificadas si destruimos ciertos dispositivos que las alteran, pero en otros no. De hecho, en alguna batalla la misión será de destruir los paneles y no a los enemigos, aunque esto resultará bastante raro. Jugar con los Geopaneles para mover efectos o causar explosiones en masa resulta realmente interesante.

A parte de las batallas normales que nos encontramos al avanzar, el juego cuenta con un sistema propio de mejora de objetos, ya que podremos adentrarnos en los mismos, en su mundo interior, el Item World. Una vez dentro podremos visitar distintos pisos dentro del objeto, con una batalla en cada uno de ellos, las cuales tendremos que hacer del tirón. Cada 10 niveles tendremos la opción de salir y el objeto obtendrá una mejora (atributos en equipo, aumento de curación o cosas así). Es posible "huir" de allí mediante un objeto especial, pero si salimos antes de tiempo, no mejoraremos el objeto y tendremos que reempezar la próxima vez (en niveles múltiplos de 10, no desde el 1 necesariamente). Dicho sistema es muy útil, pero las batallas en los objetos buenos suelen ser duras, especialmente al ser varias seguidas, así que hay que tener cuidado, especialmente a medida que avancemos, ya que los enemigos serán cada vez más fuertes, en concordancia con el objeto en cuestión. El Item World se genera de forma aleatoria y sería "infinito", permitiéndonos mejorar en gran medida un objeto... siempre que puedas superar las batallas claro.

Por otro lado tenemos al senado, en el cual podremos modificar leyes para obtener ciertos beneficios o cambios en el propio juego (Dificultad, tiendas...). Para hacerlo, como buenos demonios que somos, en caso de que no nos acepten la propuesta, podremos recurrir a sobornos o a la fuerza (aunque al principio esto resultará imposible). Hay que decir que muchas de estas características son opcionales, pero dan mucha profundidad y duración al juego.

A nivel visual el juego es bastante pobre. No aprovecha mucho el potencial de PlayStation 2 (De hecho, la versión de PSP se ve hasta ligeramente mejor... mientras que la de Nintendo DS es todavía más pixelado) y respecto a sus diseños sí resulta algo mejor, aunque el tiempo le ha afectado muchísimo y las imágenes fijas resultan algo mediocres hoy en día. No obstante, cuentan con un estilo muy representativo.

El nivel sonoro nos deja unos temas musicales muy pegadizos y un doblaje al inglés realmente atractivo, resultando de lo mejorcito en este aspecto para un título por el que ya han pasado 13 años y, claro, se le nota.

Para la historia normal, el juego tiene una dificultad ascendente. Empieza siendo relativamente sencillo, pero a medida que avanza obliga a ir dominando ciertos aspectos, como la mejora de personajes o el farmeo en su defecto. Para aquellos que usen un mínimo estos aspectos y las diferentes opciones de combate (que no se limiten a ir a lo loco), Disgaea es exigente pero no en demasía, no es un paseo pero tampoco imposible. Donde sí que se nota un aumento considerable de la dificultad es si intentamos avanzar en su contenido opcional, es decir, el Item World o retar al senado para imponer nuestra decisiones, aunque más bien requiere cantidades ingentes de farmeo, ya que podemos llegar a encontrarnos enemigos de hasta nivel 9999, cuando nos podemos acabar el juego en torno al 60~70, para que os hagáis una idea.

La duración normal del título gira en torno a las 50 horas, lo que ya es una buena cifra. Si hacemos extras podemos irnos fácil a las 100 y si ya nos ponemos con el Item World en serio, podemos tener contenido casi infinito. Sin duda alguna, esta parte es sólo para jugadores muy fans del farmeo y con mucho tiempo libre. La versión original no cuenta con rejugabilidad, pero sí en otras.

A parte da la versión original de PlayStation 2, el título cuenta con varios ports y remakes a diferentes sistemas:

  • Disgaea: Afternoon of Darkness (2006-2007,PSP). Además de un ligero retoque gráfico, cuenta con un nuevo modo de juego, donde vemos la historia desde el punto de vista de Etna, lo que le da rejugabilidad al título.
  • Disgaea DS (2008-2009, NDS). El nivel gráfico se reduce en esta versión para ajustarse a las especificaciones de la consola, de las que se aprovecha alguna función, como la doble pantalla, para hacer que el mapa sea siempre visible.
  • Disgaea PC (2016, Steam). Es la versión de PSP con ligeras modificaciones para ajustarse a las mejores resoluciones.
En general, sería recomendable jugar a la verisón de PSP/PC, que incluyen mejoras respecto a la original. Por accesibilidad, la de PC sería recomendada, ya que la versión de Nintendo DS, aunque está fantraducida al español, es inferior a nivel técnico, por lo que sólo es recomendable si se prefiere la plataforma.
Si te gustan los SRPGs, Disgaea es sin duda una apuesta sólida. Su planteamiento y humor son únicos y su sistema de juego bastante variado y completo. Tiene una dificultad y duración adecuadas. Para aquellos que busquen algo más en estos dos últimos aspectos, nos ofrece una parte opcional abrumadora. No obstante, el juego está únicamente en inglés y su aspecto técnico es limitado. Si esto último no te hecha para atrás, échale un ojo.

Y si os gusta, que sepáis que las entregas posteriores de la saga mantienen el núcleo del juego, aunque con multitud de mejoras y elementos extra que mejoran todos sus aspectos... Aunque tradicionalmente el peso del carisma de los personajes de la obra original ha sido muy alto.

Espero que el análisis os haya parecido interesante. Gracias por leer.

1 comentario:

  1. Grandísimo juego y uno de los que más horas me ha llevado, fácilmente eche unas doscientas jejejejeje. A mi la historia me gustó mucho, aunque el camino es lo mejor. También comentar que tiene varios finales disponibles y no todos son en la misión final según lo que hubieras echo, por lo que da mucha más vidilla.

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