24 de mayo de 2019

[Análisis] ELEX

Piranha Bytes pertenece a esa guardia de estudios europeos centrados en el género RPG que ha podido sobrevivir a su propio hundimiento económico, en el año 2002, proceso tras el cual llegó a perder los derechos sobre su propia serie, Gothic, de cuyos problemas surgió esa horrible tercera entrega que tuvo que ser arreglada mediante mods por la propia comunidad, aunque calidad no le faltara.

Con su saga principal en ese estado, el estudio tuvo que cambiar de registro con la trilogía Risen (PC/360/PS3, 2009-2014), cuya tercera entrega llegó incluso a PlayStation 4. Tocaba relevo generacional y su título debut en estos nuevos sistemas es el juego que nos ocupa en estas líneas: ELEX (PC/PS4/XB1, 2017), un proyecto que bebe y mantiene elementos que nos pueden recordar a sus sagas previas, con ese toque añejo de vieja escuela y aspectos un tanto ásperos que pueden echar para atrás a algunos jugadores de primeras.

En este título se mezclan elementos de fantasía medieval con postapocalípticos que beben claramente de Fallout y que, sin embargo, Piranha consigue adaptar para imprimir su propia esencia, llegando a destacar en algunos aspectos sobre los grandes proyectos de Bethesda. Es un título de mundo abierto que no necesita un presupuesto enorme para ser interesante, quizás un tanto olvidado ante proyectos más actuales como Kingdom Come: Deliverance y Outward, pero que también podría entrar en esa terna de obras que necesitan del esfuerzo del jugador para adaptarse a sus rudos mundos y no a la inversa.

Elex se desarrolla en el planeta Magalan, que tras sufrir el impacto de un meteorito se encuentra en un estado post apocalíptico, donde buena parte de la civilización ha sido arrasada y se pueden encontrar vastas regiones arrasadas por volcanes o desiertos. Sin embargo, ese meteorito dejó en el planeta un mineral muy preciado llamado Elex, que manufacturado puede convertirse en combustible o incluso droga, lo que está alterando enormemente al desarrollo actual de la población.

Encontraremos hasta cuatro facciones en el juego: los Berserkers y su objetivo de recuperar el entorno natural con un toque casi medieval, prohibiendo los avances tecnológicos. Los Clérigos, por su parte, son devotos religiosos creyentes en uso de la tecnología más elevada. Los Proscritos abogan por la anarquía, la ley del más fuerte o las explosiones y, finalmente, encontramos a los Albos, quienes usan la droga del Elex como una forma de combatir suprimiendo sus emociones.

Nuestro protagonista será un ex-comandante Albo que, tras fracasar en el intento de acabar con el lider de los Berserkers, es intentado asesinar por su propio hermano, despojado de su armadura y el elex que tomaba, le obligará a relacionarse con las otras tres facciones para intentar derrotar a sus antiguos camaradas y obtener grandes revelaciones en el proceso. Esta variedad de facciones a la que aliarnos hace que la trama del juego se centre en nuestra relación con las mismas, construyendo nuestra moralidad cumpliendo diversas misiones que pueden hacernos ganar el favor o el rechazo de otras facciones. Esta moralidad o la toma de decisiones durante las misiones no será nada predecible. Por poner un ejemplo que demuestra las bondades de Elex, existe una ciudad donde conviven las cuatro facciones del juego y que será nuestras decisiones a la hora de favorecer a unos u a otros las que determinen que dicha ciudad puede ser tomada o incluso arrasada tanto por nuestros posibles aliados como enemigos. Decisiones que no son nada claras para mantener ese equilibrio, mostrando lo que es, sin duda, uno de los aspectos más llamativos del título, donde podremos comprobar que incluso con buenas intenciones es posible provocar la destrucción.

No obstante, la trama, aun siendo correcta, queda tremendamente lastrada por unos diálogos muy poco inspirados y unas escenas que son verdaderamente pobres. A pesar de ello, algún que otro personaje resultará bastante carismático y nuestro heterogéneo grupo será muy interesante de descubrir, contando con sus propias tramas personales e incluso opciones románticas. Es decir, que sin ser nada del otro jueves, al menos cumple lo suficientemente bien para mantener el interés.

Como Action RPG de mundo abierto, ELEX no logra destacar por contar con un sistema de combate fluido. A pesar de que el título es una clara evolución jugable con respecto a sus otros proyectos, Piranha Bytes sigue estando muy lastrada en este aspecto. A pesar de las mejoras en esquiva o combinación de ataques (fuertes y débiles), las batallas siguen siendo toscas e incluso frustrantes en más de una ocasión, algo que no será ajeno a los que hayan jugado otros títulos del estudio.

A diferencia de otros juegos de elevada dificultad, donde aprender los patrones de ataques y movimientos de los enemigos resulta importante para lograr derrotarlos minimizando nuestro daño, en Elex importa más nuestro equipamiento y habilidades frente a nuestros enemigos, lo que también afecta enormemente a nuestras posibilidades el poco de comenzar, que serán muy pocas. Esto se debe a la propia forma de evolucionar el personaje, casterística del estudio, debido a que no encontraremos una gran variedad en armas o armaduras a lo largo de nuestra aventura y muchas de ellas estarán, de hecho, especializadas para un modo de combate concreto que se accede solo desbloqueando dichas habilidades, hará que prácticamente cada nueva pieza de equipo nos hará subir varios escalones de competitividad ante nuestros enemigos. Debido a ello, el comienzo puede hacerse muy cuesta arriba, ya que no solo estaremos lejos de dominar las mecánicas del título, es que la mayoría de enemigos tendrán ventaja de equipo sobre nosotros. Eso sí, igualmente cuando logremos mejorar a nuestro personaje y vayamos teniendo acceso a mejores opciones estratégicas, la sensación de superación será más elevada, la cual además se adapta a nuestra forma de juego y como planteemos gastar nuestros puntos de atributo y habilidades.

Y hablando de "elevada", otro de los aspectos claves del sistema de exploración y combate será el uso de un jetpack, ideal para explorar de una forma diferente. Es, quizás, de los mejores aspectos del juego, por lo que si plantean realizar más títulos de la saga en el futuro esta opción debería estar disponible. Aunque también es cierto que durante el combate su uso no es tampoco satisfactorio.

Otro aspecto destacable de ELEX es su gran tamaño y las muchas misiones secundarias o principales en las que nos podremos lanzar, donde no nos faltarán tareas opcionales a abordar (recolección de materiales, fabricación de objetos, cocina, caza, construcción de nuestro campamento...) y podremos personalizar a nuestro protagonista libremente. La exploración será muy satisfactoria, permitiendo también que vayamos relacionándonos con las diferentes facciones y mejorando -o empeorando- nuestra relación con las mismas.

Estamos ante un título que se puede extender por encima de las 60 horas, si bien su trama principal se puede completar en mucho menos tiempo, rondando las 30. Esto provoca que, en caso de que no nos enganchemos por su trama o por la dureza de su sistema de batalla en los primeros compases del juego, pueda resultar un juego muy difícil de completar para muchos jugadores, que pueden sentir como si no intentase mantenerles interesados en muchos momentos.

ELEX resulta muy pobre en sus aspectos técnicos. Visualmente se nota que estamos ante un proyecto de segunda fila con un presupuesto modesto, que se nota especialmente en el pobre modelado de los personajes y sus expresiones. Existe un cierto esfuerzo en ofrecer una diversidad de diseños en los entornos (volcanes, vergeles, montañas, desiertos...), sobre todo por el uso que el jetpack ofrece en los mismos.

A nivel sonoro el juego tampoco se libra de ser muy mejorable, con composiciones poco destacables que sólo pueden servir como mero acompañamiento de fondo. La traducción de textos a nuestro idioma es de lo poco que podemos destacar aquí, ya que el doblaje al inglés es plano, como poco.

Estamos ante un título que no se esfuerza por ser de vieja escuela, es que en muchos aspectos lo es porque no tiene más remedio, aún teniendo en cuenta que ofrece una complejidad que puede gustar ante alternativas demasiado accesibles en la actualidad. ELEX es un ARPG occidental de mundo abierto y corte clásico que evoluciona de proyectos como Gothic o Risen, no va mucho más allá en aspectos como el jugable o el técnico, pero que puede llegar a encandilar si lo que buscas es un RPG complejo, donde mantiene la esencia de sus sagas anteriores mejorando en varios aspectos. Es duro con el jugador, tosco, frustrante en muchos momentos... pero también gratificante cuando aprendes a evolucionar a tu personaje, y esos son precisamente detalles por los que muchos jugadores le pueden encontrar aspectos positivos.

Como un regreso al pasado y un camino alternativo con respecto a la evolución que podrían haber tenido los RPGs clásicos de Bethesda, esta obra de Piranha Bytes tiene muchos proyectos actuales por encima en muchos de sus aspectos, pero resulta interesante como una especie de "Cine B" dentro del género RPG: esa lista de juegos que saben perfectamente sus limitaciones técnicas y hacen lo mejor que pueden con las mismas.

Y vosotros, ¿habéis jugado a este juego? ¿Qué opináis? ¿Echáis de menos más proyectos como estos (Outward, Kingdom Come...) o creéis que el camino correcto es buscar una mayor accesibilidad para el jugador?

2 comentarios:

  1. Pues yo lo compré en Steam y lo devolví a los veinte minutos de jugar. Ya sabía más o menos lo que me esperaba ya que jugué el Gothic II y el primer Risen, pero vaya chapuza... animaciones toscas, gameplay horroroso no, lo siguiente, historia totalmente meh (lo poco que vi de la misma no me enganchó para nada) texturas feas, modelados feos y podría seguir y seguir. Es más de lo mismo, pero a diferencia de otros juegos donde eso es un puntazo aquí es un punto en contra, ya que los anteriores juegos de Piranha Bytes no es que fueran obras de arte excepcionales...

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  2. Bueno, como se comenta en el análisis, si no tragas los defectos, es normal caer en las primeras 10 horas. Al que aguante esa parte como yo, le gustará el juego a su manera sin duda, más de 100 horas en mi caso.

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