25 de agosto de 2020

[Análisis] Mortal Shell


Entre los muchos aspectos que han revolucionado y marcado el paso de la industria de los videojuegos actual, uno de los títulos más relevantes fue ese proyecto de From Software para PlayStation 3 llamado Demon's Souls, lanzado el año 2009. Ese título que fue desestimado por la propia Sony inicialmente acabó teniendo un impacto brutal, consolidando su propio estilo en la franquicia Dark Souls junto a Bandai Namco, acabando siendo recuperado para Sony con Bloodborne y, eventualmente, un remake del Demon's Souls original.

El impacto de estos juegos ha generado toda una corriente, los denominados Soulslike, que no solo ha expandido y mejorado su propia franquicia original, también nos ha traído otros títulos intentando buscar su propia toma en el estilo, con proyectos como Sinner: Sacrifice for Redemption, Salt & Sanctuary, The Surge, Nioh, Code Vein... además de una larga lista de juegos que han heredado elementos como la acumulación y pérdida de nuestra experiencia/dinero en caso de ser derrotados, salvo que lleguemos al punto en el que caímos la última vez. Buena parte de los reyes actuales del estilo Metroidvania ya hacen uso de esa función.

En esa corriente el último título ha llamado la atención es este Mortal Shell, desarrollado por estudio independiente Cold Symmetry, y que ya está disponible en PlayStation 4, Xbox One o PC (a través de la Epic Game Store) tras un pequeño periodo de Acceso Anticipado. ¿A qué debe su buen recibimiento? Vamos a repasar sus diferentes aspectos:

Mortal Shell nos ofrece el ya clásico mundo de corte fantástico-medieval devastado, donde todos sus habitantes parecen haber perdido la cordura pero, igualmente, se mantiene un cierto toque de paz ante el reconocimiento a la ruina. Resulta impactante ver a los habitantes restantes de este caos tocar música, comer, pasear... intentar vivir en esta situación, pero nada más que ven a nuestro personajes son consumidos por la locura y se volverán hostiles. ¿La razón? Todos buscan el llamado "nektar", obsesión absoluta de los habitantes y principal causa del hundimiento de la región.

También hay que resaltar que nuestro protagonista no es "nadie", a efectos prácticos, simplemente seremos un cuerpo vacío sin rostro que se mueve por el mundo usando usando receptáculos (Shells), otros cuerpos en los que podemos impregnar nuestra mente para tomar el control de los mismos. El origen de estos receptáculos será otro de los enigmas del juegos, aunque será fácil descubrir que muchos nos reconocen como antiguos guerreros legendarios. En este aspecto el juego quizás peca demasiado de no querer complicarse demasiado la existencia y buena parte del argumento que podemos conocer de forma lateral no dejará de resultar una mera pincelada que no se llega a desarrollar de forma excesivamente extensa. No está muy claro si como decisión propia o porque, simplemente, no han sabido cómo enlazar o explicar todos los elementos abiertos en este curioso argumento.

En el punto de vista estético, estamos ante un juego que no acaba de redondear su presentación: podremos cruzar muchas zonas preciosas dentro de la destrucción intrínseca de los escenarios, pero también recurre mucho a localizaciones muy lúgubres y excesivamente oscuras que no dan una sensación clara de que estamos cruzando salas que antaño estuvieron llenas de vida. Musicalmente tampoco buscará ser demasiado sorprendente, recurriendo a temas envolventes y decadentes que acompañan bien a la presentación, pero no llegan a buscar ese punto de epicidad para acompañar a las diversas situaciones que deberemos vivir en esta aventura. A pesar de estar desarrollado en un motor técnicamente menos potente como Unity, el juego rinde a un buen nivel, aunque ciertos errores en las hitboxes (se fallarán y acertarán ataques que nos darán una sensación errónea) y potenciales clipeos son posibles de observar.

Jugablemente, quizás la principal referencia para este título resida en el Demon's Souls original, apostando por la pausa y la paciencia en buena parte de los combates, sobre todo los más complejos. No es de estos títulos donde la agresividad puede estar recompensada, desde luego. Contaremos en nuestra aventura con cuatro posibles receptáculos que podremos mejorar y/o modificar, siendo conscientes de que cada uno tendrá sus propias características y habilidades. Otro aspecto en el que innova este Mortal Shell es en su sistema de "endurecimiento", mediante el cual podremos bloquear ataques en cualquier momento, incluso en movimiento, mientras atacamos o incluso en el aire, si bien usar esta habilidad tendrá asociado un tiempo de refresco durante el cual no podremos volver a recurrir a ella. Este sistema permite aceptar riesgos en intercambios de golpes si confiamos en nuestro endurecimiento ejecutado en el momento justo.

Otra mecánica llamativa es la llamada "determinación", que funciona de forma similar a los puntos maná en otros RPGs, pero aquí nos servirá para ejecutar potentes contraataques, las habilidades especiales de nuestra arma y alguna técnica concreta asociada al receptáculo que estemos usando. Nuestra determinación se recargará derrotando a enemigos o bloqueando ataques, lo cual le da un toque mucho más claro de "técnica definitiva" que usar en el momento correcto contra el enemigo adecuado. También tenemos que explicar el funcionamiento de la Familiaridad, que afecta tanto a equipo como objetos de nuestro inventario, desbloqueando habilidades o incluso haciendo que cambien sus efectos (una seta pasa de envenenar a protegernos de ese estado alterado) si le damos el suficiente uso. Una mecánica realmente curiosa en este estilo.

La variedad de herramientas a nuestra disposición también nos deja cuatro armas diferentes a equipar, comenzando por una simple espada común. Podremos desbloquear nuevas opciones con unas tandas de combates especiales contra jefes que estarán usando el arma que queremos lograr, lo cual sirve también como potencial tutorial para aprender a dominarla. Cada una se podrá mejorar de forma independiente y contará con su propia técnica. En esa combinación entre cuatro armas y cuatro receptáculos diferentes podría parecer que no hay demasiadas opciones, pero la experimentación y combinación de opciones permite que adaptemos nuestra forma de combate a lo que más nos interese... si bien quizás esta potencial variedad queda lastrada por unos enemigos demasiado parecidos en sus mecánicas de combate y quizás excesivamente numerosos en ciertas zonas.


Con una duración que ronda entre las diez y quince horas (como mucho), Mortal Shell es un título que ofrece retos realmente interesantes en muchos de sus jefes y la variedad de sus mecánicas a aprender para no ser aniquilados. Quizás se descompensa un poco en el enemigo final (demasiada salud) y, en general, da la sensación que el juego todavía podría crecer más, tanto a nivel argumental, como de variedad o duración, pero teniendo en cuenta el pequeño equipo que lo ha desarrollado, es algo que se puede perdonar un poco más. Además, nadie dice que no vayamos a tener DLCs o incluso potenciales nuevas entregas en el futuro. Ese es, sin duda, el aspecto más positivo de un juego que ya resulta interesante con esta primera entrada, por lo que si sigue mejorando en el futuro de una forma u otra, podremos estar ante un muy serio representante del estilo Soulslike para el futuro. Pero, eso sí, ahora mismo, sin estar de oferta, quizás esté algo lejos de justificar su precio. ¿Qué sensaciones os ha dejado a vosotros?

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