4 de enero de 2018

[Experiencias roleras] The Witcher 3: Hearts of Stone / Blood and Wine

Mucho hemos hablado sobre The Witcher y, en especial, su tercera entrega en esta web. No puede ser menos cuando ésta acaba de entrar hace nada en nuestro Salón de la Fama y es indudable que supone uno de los mejores RPGs, en cualquier estilo, de la actual generación de sistemas, siendo para muchos el mejor. Tampoco es un secreto que un servidor es un gran aficionado al mundo de Geralt de Rivia (no sólo en el videojuego), por lo que este artículo parecía de obligado cumplimiento, aunque llegue con retraso.

Y es que no quería cerrar el círculo de mis diversas entradas sobre The Witcher sin hablar de las expansiones de la tercera iteración del brujo en la industria videojueguil. La primera en aparecer, en octubre de 2015, fue Hearts of Stone (HoS en adelante), mientras que la segunda de ellas, Blood and Wine (B&W la llamaremos por comodidad), se lanzó al mercado en mayo de 2016. Como podéis ver, entre año y medio y dos años me ha costado ponerme, ¿qué le vamos a hacer? No son expansiones precisamente cortas.

Creo que realmente no necesitan mucha presentación y, dado que comparten el núcleo jugable con The Witcher 3, título del que ya hemos hablado en varias ocasiones, intentaré ser breve. Además, las uniremos a las dos bajo la misma entrada, precisamente por la gran base que tienen en común.

Empecemos por el principio: ¿por qué deberían importarte estas expansiones de pago? Principalmente porque, si te gustó The Witcher 3, es posible que estés deseoso de más. Si aún no lo has jugado pero planeas hacerlo, te recomendaría que no las desdeñes de antemano, pues si bien no incluyen muchísimos elementos nuevos, siguen teniendo una narrativa portentosa, que en varios fragmentos supera incluso a la del juego base original, lo cual no es moco de pavo. Eso por no hablar de los numerosos guiños que incluyen para el aficionado de las aventuras de Geralt, así como la enorme cantidad de referencias a la cultura noventera y contemporánea que esconden.

A nivel argumental, a veces hay disputa sobre dónde ubicar estas expansiones, pero se puede resolver fácilmente: deberían ser jugadas tras completar la aventura principal del juego base, especialmente B&W, que sirve como cierre y broche de oro perfecto a la saga. Es cierto que pueden jugarse "incrustadas" en la propia campaña al empezarla de cero (o cargar una partida a medias en ella), pero los retos a nivel de combate y nivel que proponen ambas así lo desaconsejan. La diferencia de nivel recomendado (y de exigencia en combate) entre el final de la historia principal de The Witcher 3 y sus expansiones es notoria. Los diálogos también se adaptan y parecen tener más sentido si habéis completado la misión central del juego base.

Aún así, además de incrustarse en la propia campaña, ambas expansiones se pueden jugar tras haber acabado ésta (segunda opción) o incluso como "stand alones", es decir, productos individuales, pues permite cargar una suerte de Geralt de alto nivel configurable para asegurar que nuestro punto de partida para enfrentarnos a sus desafíos sea aceptable. Sea cual sea nuestra situación respecto a The Witcher 3 (no jugado, inacabado, completado), los chicos de CD Projekt Red se han asegurado de que podamos jugarlas.

Una vez hablado de las posibilidades de estas expansiones, entremos en materia propiamente dicha. Como si de aventuras aisladas (como las que Sapkowski propone en las primeras novelas del brujo) se tratasen, ambos descargables nos presentan una historia individual, con múltiples encargos secundarios a su alrededor. Su nivel de fidelidad y credibilidad respecto a las andanzas literarias de Geralt de Rivia es tal que podrían haberse plasmado perfectamente en papel sin menoscabo de la obra en la que se basa el videojuego, como es costumbre en esta saga.

En HoS, nuestro brujo favorito se verá envuelto en una historia de "favores y contratos vinculantes" con diferentes seres, conociendo al fantástico personaje original llamado Olgierd, un humano que parece inmortal debido a ciertos pactos que hizo en el pasado. Además de otros quehaceres, deberemos cumplir una serie de condiciones que nos impone para librarnos de cierta maldición que nos han impuesto. Cabe decir que las tareas siguen el tono del juego base, pero con un extra de humor, siendo especialmente reseñable una misión que involucra una boda.

Por su parte, en B&W las andanzas de Geralt nos trasladarán a la inédita región de Toussaint, por requerimiento de su gobernante, Anna Henrietta, vieja conocida de los lectores (y no el único personaje de los libros con el que nos reencontraremos aquí). Como algunos sabréis, Toussaint es una parte del mundo de The Witcher que se distingue porque todavía se siguen los códigos caballerescos típicos de nuestra Edad Media, en alto contraste con la crudeza e inmundicia del resto de regiones. Llegaremos allí con un contrato para matar a una bestia que está asolando a los caballeros del lugar, pero poco a poco iremos descubriendo una trama mayor que nos hará ver que no es oro todo lo que reluce. ¡E incluso participaremos en un torneo de caballeros!

A nivel jugable, y como hemos dicho anteriormente, ambas expansiones comparten la base de The Witcher 3, con apenas cambios, aunque sí hay algunas mejoras o elementos añadidos reseñables. En este sentido, HoS no cambia demasiado, pues es una expansión más humilde que B&W. De hecho, en ella las aventuras se suceden en los mismos escenarios (a grandes rasgos) que el juego original y posiblemente su única evolución notable sea un nuevo sistema de alquimia en las armas y equipamiento, que sólo aprovecharéis si os van esas cosas.

Por contra, si bien B&W mantiene el núcleo jugable, sí incorpora más variaciones. Los adictos al Gwynt (o Gwent, dependiendo de la región) tienen aquí una nueva facción disponible, la de Skellige, siendo una de las misiones secundarias más largas de la expansión el completar esta baraja. A nivel jugable se han añadido algunos conceptos, pero los más remarcables quizás sean las mutaciones "avanzadas" a nuestra disposición y el poder tener una propiedad personalizable. Dicha propiedad no es que nos permita hacer locuras, pero sí podemos gastar dinero en reformarla, elegir partes de su decoración (y exponer armas y armaduras en ella) y se involucra en un par de misiones secundarias. En general, da la impresión de oportunidad un poco desperdiciada, porque no incorpora matices profundos al núcleo jugable, pero ahí está.

En cuanto a las mutaciones avanzadas, van aparte de las habilidades de las que disponíamos en The Witcher 3, y demandan algo más que puntos de habilidad para activarlas, generalmente mutágenos mayores (que se obtienen de los enemigos más poderosos o mediante la alquimia). Sólo podemos tener una equipada cada vez y al principio no parecen gran cosa, pero hay auténticas locuras hacia el final del árbol de estas mutaciones que nos harán el juego mucho más fácil en combate.

Hablando de dificultad, sin ser imposibles para nada, ambas expansiones (pero en especial B&W) añaden desafíos más complicados ya en nivel normal, contando con enfrentamientos contra jefes mucho más interesantes y también complicados que los que pudimos disfrutar en la aventura base. La diferencia de nivel entre una y otras es notoria y no mentiría si dijera que las mejores luchas están, sin duda, en B&W. Para compensar, el nivel máximo de Geralt se ha ampliado, así como puede llevar más habilidades equipadas al mismo tiempo y, obviamente, encontraremos mejores pertrechos (algunas espadas tienen efectos lumínicos alucinantes) y buenas cantidades de experiencia.

Si estamos reseñando diferencias o evoluciones respecto al juego base en estas expansiones, no podemos dejar de hablar de Toussaint. Si bien artísticamente HoS no cambia nada (al desarrollarse en los mismos parajes que The Witcher 3), B&W es algo completamente distinto. Al tener lugar en una nueva región, famosa por ser distinta a las demás en este mundo ficticio, el cambio visual será más que evidente: donde antes imperaba el marrón y gris, ahora mandan los colores vivos, lleno de azules marcados, rosas vistosos y, especialmente, dorados por doquier. Incluso la saturación del color en pantalla parece mucho mayor y supone un fuerte contraste con las regiones que anteriormente exploramos. Las propias armaduras cobran nuevos matices, siendo más caballerescas y engalanadas, haciendo de Toussaint algo digno de verse y distinto a lo conocido.

A nivel sonoro ambas expansiones mantienen el nivel general de The Witcher 3, de nuevo con HoS arriesgando menos y B&W virando algo más hacia las composiciones caballerescas y "de juglar" a juego con su ambientación. Sin embargo, hay algunas composiciones destacables, siendo quizá una perteneciente a HoS, You're Immortal, la mejor de todas a mi gusto.

Ya para cerrar, hablemos de duraciones y precios. HoS es una expansión que puede durar entre 10 y 15 horas si queremos ir a por todo el contenido, no demasiado larga pero, sin duda, deja con un muy buen sabor de boca. Por su parte, B&W se alarga a las 30-40 horas, suponiendo una duración superior a muchos juegos completos hoy en día y con un volumen equiparable a la segunda entrega completa de las aventuras del brujo. Dependiendo de la plataforma, el precio oficial de HoS es de 10€ y el de B&W de 20€, pero han podido encontrarse por 5 y 10€ respectivamente en numerosas ocasiones, o juntas a modo de expansion pass por unos 12€. El precio de la edición completa de The Witcher 3 tampoco supera actualmente los 20-30€ en cualquier plataforma cuando hay ofertas, por lo que supone un pack de auténtico lujo.

Así pues, llegamos al final de este artículo con la sensación de que Hearts of Stone y Blood and Wine no son simplemente muy buenas expansiones, sino tremendos videojuegos ya por sí mismos, pese a que tenga más sentido jugarlos como parte de una experiencia global. Ambas son piezas destacables, que mantienen todo lo bueno del título base y aportan algunos elementos (si bien no demasiados) de interés, destacando justamente donde destacaba The Witcher 3: en su portentosa narrativa. Quiero remarcar de nuevo que, por momentos, son incluso superiores a la tercera entrega de Geralt en esa parcela.

Para los fans, no dudéis en lanzaros de cabeza si aún no le habéis dado la oportunidad: merecen absolutamente la pena y aportan más de lo que ya conocéis, con algunas referencias, reencuentros y guiños por doquier que os dejarán plenamente satisfechos. Para los no aficionados, preguntaos a qué estáis esperando: estáis ante uno de los mejores juegos (o conjunto de ellos, contando expansiones) de los últimos años, en cualquier género. Y, ahora sí, con el deber cumplido puedo decir: hasta muy pronto, mi queridísimo Geralt de Rivia.

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