9 de mayo de 2017

[Análisis] Nostalgia

Quizá ahora no sean tan populares o cotizados como lo eran antaño, pero los RPGs por turnos siempre se las han arreglado para sobrevivir en todo tipo de sistemas, apelando a una audiencia que es fiel a su estilo de juego. Esa nostalgia por un estilo clásico le viene al pelo al título que queremos analizar, que apelaba a recuperar el ambiente clásico del género RPG pero pasó muy desapercibido en un sistema como Nintendo DS donde nunca faltaron obras de gran nivel y, de hecho, este Nostalgia (NDS, 2008/09) nunca llegó a ser lanzado oficialmente en Europa, aunque sí que cuenta con fantraducción a nuestro idioma.

No es, ni de lejos, el mejor ni el más conocido título que ha desarrollado Matrix Software (ese honor se lo pueden llevar Alunda o los remakes de Final Fantasy III y IV ), pero aún así es un título verdaderamente interesante que, quizás, podría haberse llevado más reconocimiento del que tuvo.

De hecho, me han llevado varios años e intentonas de por medio para poder completar el título de principio y fin, pero por fin he podido conocer todo lo que Nostalgia ofrece. Así que, sin más dilación, acompañadnos a un viaje por un mundo alternativo situado en el Siglo XIX:

La trama de Nostalgia nos transporta a una versión alternativa de ambientación steampunk del Siglo XIX en el mismo planeta que habitamos, donde Edward Brown, un joven londinense de 16 años, se entera de la desaparición de su padre, un famoso aventurero, e inicia su propia búsqueda para intentar desvelar su paradero, participando en diversas misiones para el Club de Exploradores al que pertenecía su progenitor y conociendo a otros tres compañeros que le acompañarán a lo largo de su viaje.

No vamos a engañar a nadie: la historia es muy básica, muy típica y muy tópica. Se desarrolla de manera entretenida y es lo suficientemente buena como para mantener tu atención, pero no logra sobresalir en ningún momento. Prácticamente lo mismo puede decirse de los personajes, ya que los cuatro protagonistas tienen poco trasfondo psicológico y caen frecuentemente en clichés bastante explotados, aunque un par de ellos sí que logran resaltar sobre el resto, llegado su momento.

Curiosamente, los personajes secundarios logran sobresalir mucho más, con misiones secundarias que los ponen en el foco de atención y los desarrollan convenientemente, sin llegar a ser nunca nada espectacular (con el permiso de Magi) pero añadiendo un trasfondo interesante que crea una buena contrapartida para un grupo protagonista tan sosainas.

Sin duda, su factor más llamativo reside en su propia ambientación: que sea un título con desarrollo en nuestro mismo mundo, con su mapa y sus ciudades, pero con una visión alternativa creíble para la trama del título, añade un punto de interés clave para disfrutar de la aventura. Esto significa que visitaremos muchas zonas que existen realmente como Londres, Nueva York o Tokio junto con un buen puñado de localizaciones ficticias, algunas basadas en mitologías o leyendas existentes en la realidad. Quizás muchas de estas localizaciones no están tan bien cuidadas, ambientadas o desarrolladas como nos gustaría, pero sólo el aliciente de visitarlas será el gran punto fuerte de la trama de este título.

Nostalgia hace gala de un sistema de turnos a la vieja usanza (combates aleatorios incluidos) con alguna vuelta de tuerca que lo moderniza un poco para no quedarse anclado en un sistema arcaico. Durante la mayor parte de la historia, controlaremos a cuatro personajes basados en los arquetipos ya establecidos en el género (atacante a corta distancia, pistolero-pícaro, maga y curandera) que realizarán acciones en batalla según su parámetro de agilidad, contando en todo momento en la pantalla táctil con una sección en la que aparecen los turnos que se irán sucediendo en el combate, tanto aliados como enemigos.

Aquí hay que hacer un inciso para comentar un aspecto clave del título: el zepelín. En Nostalgia no nos moveremos a pie entre ciudades o mazmorras, sino que recorreremos el mundo en un zepelín, donde también libraremos batallas. Eso sí, olvidaos de todo lo que conocéis en la tierra, pues en el aire se lucha de manera bien diferente. El zepelín tiene cuatro armas diferentes (sustituibles a lo largo de la aventura), su propio medidor de resistencia, sus habilidades... y las batallas se desarrollan desde tres ángulos posibles (de frente, a la izquierda y a la derecha, teniendo cada arma su propia zona de eficacia). Esto otorga mucha más profundidad que el sistema de combate a pie, aunque da lugar a batallas que pueden ser increíblemente tediosas o muy descompensadas, por lo que acaban cortando el ritmo de juego.

En sí, los viajes en zepelín se hacen muy aburridos porque el mundo, valga la ironía, está increíblemente vacío y a eso hay que sumarle que hay que jugar mucho con las diferentes alturas a las que puede volar, lo cual puede hacer que resulte tremendamente engorroso, sobre todo porque, para incentivar el uso de la nave voladora, no podemos usar algún tipo de teletransporte entre ciudades ya visitadas.

Volviendo al sistema de batalla "a pie", cada personaje tiene un conjunto de habilidades predeterminadas, y en cada batalla recibiremos SP (Skill Points), que podremos gastar en mejorar las habilidades de cada personaje, lo cual conduce a desbloquear otras nuevas técnicas, siguiendo un árbol que, eso sí, no permite la flexibilidad de otros títulos con un sistema similar. Es de destacar, sin embargo, que esto también crea algún que otro problema con las habilidades de curación, pues existe sólo un conjuro de este tipo e incluso a su máximo nivel acaba quedándose algo corto a niveles avanzados, lo cual refleja que el sistema no fue todo lo pulido que debería.

La dificultad que impera a lo largo del título es una auténtica montaña rusa. En un principio, las habilidades tendrán un coste muy elevado, por lo que serán un lujo que no podremos permitirnos con enemigos comunes, pero con el paso de los niveles pasa lo contrario y acabaremos abusando de nuestras mejores técnicas sin preocuparnos por su coste. De esta forma, los enemigos comunes no suponen muchos problemas y los jefes, que si bien son muy diferentes entre sí (algo que se agradece bastante), acaban siendo tan fáciles que ni tendremos que cambiar el plan de ataque. De hecho, la batalla final es especialmente memorable por ser casi irrisoria.

Pero donde la dificultad ya resultaba totalmente desquiciante era en los ya comentados obligatorios combates aéreos: básicamente, empiezas casi teniendo que reparar tras dos o tres combates, llegar a la siguiente ciudad, compras las nuevas mejoras de la nave, puedes combatir bien, acabas yendo sobrado y, de golpe (o si te acercas mucho al "límite de la zona") te encuentras de nuevo enemigos que te destrozan y hay que volver a repetir el proceso. Algo similar puede pasar en algunos puntos donde combatimos a pie, pero es algo más mitigado por el nivel de nuestros personajes.

No hará falta ir excesivamente rápido para poder superar el título entre unas 25-30 horas, completando los mapas de todas las áreas por las que pasaba, abriendo cofres, realizando misiones... Teniendo en cuenta el ritmo del juego, es una duración más que correcta, aunque es cierto que, en muchas misiones, obligan a recorrer zonas ya completadas, lo cual resultará un tanto aburrido.

Por supuesto, lo más interesante serán las referencias a nuestras maravillas, los "World Treasures", que son básicamente lugares famosos o muy turísticos que están repartidos a lo largo y ancho del mundo. Desde la Gran Muralla China hasta la Isla de Pascua, pasando por Persépolis o el lago Baikal, son 50 los tesoros que hay repartidos por el mundo y suponen un buen reto para los coleccionistas. ¿El problema de esta secundaria? Los lugares son excesivamente precisos a veces para encontrarlos con la nave voladora y las indicaciones sobre cómo llegar pueden ser bastante vagas. Además de eso, las indicaciones no aparecen recogidas en ningún lado, de tal forma que si las olvidas no te queda más remedio que, con suerte, acordarte de la ciudad y la persona que te las dio, o tener algo de suerte con tus conocimientos de geografía.

Un último extra (idóneo para alcanzar el ansiado 100%) es el Adventurer's Notebook, similar al Diário de Bravely Default, un completo cuaderno donde se recogen multitud de cosas: resúmenes sobre los eventos ocurridos en la trama, un bestiario bastante completo, una sección para las armas y armaduras, descripciones de los World Treasures... Todo con interesantes comentarios que hacen que valga la pena ponerse en plan descubridor.

Con un aspecto visual similar al de los remakes de Final Fantasy III y IV en la portátil, quizás nuestros personajes pecan un poco de ser más infantiles y algunos escenarios no están tan cuidados, pero el título se mueve a ritmo fluido y hasta podemos ver las diferentes armas que usamos en mitad del combate (no así en las escenas).

El diseño de las mazmorras es correcto, con sus puzles interesantes (mención personal al del Amazonas) y temáticas variadas a lo largo de los continentes. Es de destacar es esfuerzo por representar cada ciudad con la relativa fidelidad que permite el título, suponiendo que sean localizaciones reales pero de un mundo alternativo de hace un par de siglos.

La Banda Sonora ofrece las típicas tonadas y fanfarrias esperadas de un título de este estilo, con suficiente variedad para ambientar cada localización, pero lejos de resultar destacable o mediocre. Cumple, sin más alardes.

Nostalgia es un RPG correcto, con demasiados aspectos que deberían haber sido muy pulidos para alcanzar el nivel de los mejores títulos de este género disponibles en la ya antigua portátil de Nintendo.

Puede ser disfrutado por los fans de los combates clásicos y su gran aliciente es, sin duda, su ambientación en el mundo real (aunque con el evidente toque steampunk y mágico) que no ha sido demasiado explotada en este género. Al ser corto y con una dificultad que baja enteros conforme avanzamos, es de esos títulos que sirve de relajación entre obras mucho más importantes, ofreciendo un contrapunto clásico muy mejorable.

El problema del idioma se puede solventar con su fantraducción y es de esos títulos que, debido a que pasó tan desapercibido, es capaz de suponer una sorpresa para los que lo descubran ahora. Personalmente, para mi lo ha sido, así que si tenéis la posibilidad y el tiempo para darle una oportunidad, puede que os acabe atrapando.

5 comentarios:

  1. No estoy seguro de haberlo conocido previamente o no: las imágenes y demás me suenan muchísimo, pero el título no le dice nada a mi ya cada vez más caduca memoria.

    En todo caso, siempre interesa leer sobre cosas de los chicos de Matrix, aunque en este caso se quedasen ahí ahí.

    ResponderEliminar
  2. Nostalgia es un título que jugué hace años y la sensación al acabarlo fue, básicamente, la de decir "pues, nada, me lo he comido con patatas".

    Lo que acabas recordando con los años de él es que usase un mundo con localizaciones reales y los absurdos saltos de dificultad en la nave voladora. La trama, los personajes, la música... Todo lo demás se te queda perdido en la memoria porque, sinceramente, no pasa de entretenido.

    ResponderEliminar
  3. Es uno de esos RPGS que tengo parados desde hace tiempo.Es un juego bastante normalito y aunque el uso del zepelin resulte original,algunos enemigos me parecieron absurdamente dificiles para el momento de la historia en la que me encontraba.Decir que tiene una fantraduccion bastante decente y que sin malo,tiene pocas reseñables que destacar

    ResponderEliminar
  4. He de reconocer que recuerdo poco de él, pero cuando lo jugué me gustó. Sí, quizá no sea un título épico que se te queda en la memoria años, pero me entretuvo y me dejó con buen sabor de boca.

    ResponderEliminar